Relativa tranquilidad en Guayaquil, tras tres explosiones de baja intensidad durante la madrugada

El Puerto Principal ha amanecido con normalidad tras una tensa noche después que la Embajada de los Estados Unidos advirtiera la noche de ayer de indicios serios de que grupos delincuenciales podrían desencadenar ataques terroristas. Tres explosiones de baja magnitud, en el norte y centro de la ciudad, alarmaron a la población sin dejar heridos ni grandes daños materiales.

La primera ha ocurrido en la etapa 11 de la ciudadela Alborada, al norte de Guayaquil: la bomba explotó en la puerta del cerramiento de protección para entrar en la urbanización.

El segundo explosivo detonó en la avenida Machala y la calle Velez, en el centro, frente a un local comercial.

Un tercero artefacto explosivo, en Pascuales, otra vez al norte, ya en la madrugada, causó daños en la puerta de una distribuidora farmacéutica.

También en la madrugada, en Guayacanes, un sujeto disparó repetidamente contra un auto estacionado, con la aparente intención de hacer explotar el tanque de gasolina, pero sin conseguirlo.

Las exploxiones han ocurrido después que la Misión de Estados Unidos en Ecuador emitió una alerta de que tenía posesión de «información creíble» de que grupos delincuenciales «pueden estar planeando realizar atentados con bombas en varios lugares desconocidos en Guayaquil, la noche del 13 de abril de 2023, según un comunicado que colgaron en su página web a las 20h30.

Aunque el ministro del Interior, Juan Zapata, declaró desconocer la información difundida por la Embajada de Estados Unidos, desde la noche anterior las Fuerzas Armadas patrullaban ya la ciudad, a través del Ala de Combate N. 21 «Taura», con «acciones de reconocimiento y vigilancia, y realizando sobrevuelos nocturnos sobre Guayaquil, en cumplimiento a un Decreto Presidencial para «garantizar la seguridad integral del Estado».

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