
Quito, Ecuador
Con la facilidad de la lapa, ese molusco marino que vive pegado a las rocas, el correísmo se ha adherido, por lo que hasta ahora se sabe, a dos de las candidaturas presidenciales del momento: la de Jan Topic y la de Otto Sonnenholzner.
Este último ha escogido como binomio a la exfuncionaria del correísmo, Érika Paredes, y Jan Topic, a la comunicadora y militante correísta, Diana Jácome; a la que tuvo que recurrir cuando Pedro Freile, que en cuestión de meses había pasado de la derecha extrema -la de VOX- al socialismo, ya no pudo continuar con sus hazañas transformistas a causa de insuperables barreras biológicas.
Cuando Rafael Correa ya había sido sentenciado por corrupción y se encontraba prófugo, Érika Paredes le solicitó una carta de recomendación para obtener una beca en Harvard.
Y ha tratado de justificar su pedido aduciendo que este no era más que el producto del deseo de una mujer joven (mujer y joven serían virtudes) de superarse y servir al país, y que si acudió a Correa fue porque en Harvard las recomendaciones deben provenir de los jefes más altos. Y, ciertamente, durante los gobiernos de Correa no había en Ecuador nadie más alto que él, que llegó a proclamarse jefe de todos los poderes del Estado.
Paredes, así, ha pretendido ubicar una decisión moralmente reprobable en el plano puramente administrativo, aunque Correa ha insistido en su cercanía a ella, con quien se encontró en México, sede principal de los correístas fugados y con rabo de paja.
“Erika fue parte de nuestro Gobierno, dijo. Incluso me pidió la carta de recomendación para Harvard, cuando nos vimos en México. Es libre de decidir lo que quiera, la historia nos juzgará, pero, ¿permitirá que nos sigan insultando y difamando?”.
La decisión de Paredes nos remite directamente al campo de la ética, es decir, al de la relación entre medios y fines, tanto en la vida privada como en la vida pública. Si de actuar correctamente se trata, no es posible aceptar el uso de medios malos para la obtención de fines real o supuestamente buenos.
Pero ni a Paredes ni a Sonnenholzner, que la escogió como compañera de fórmula, parece importarles el pasado reciente, en el que la corrupción y el autoritarismo se enseñorearon del país. No parece importarles, pues, que lo que en estas elecciones espera la gran mayoría de ecuatorianos es terminar de deshacerse del correísmo.
Esto tampoco le interesa a Topic, quien no solo ha permitido que el correísmo se adhiera a su candidatura con Diana Jácome, su militante, sino, también, con el estilo autoritario de Rafael. Topic quiere resolver los problemas del país a carajazos. Por ahora, esa es su estrategia para integrar los servicios de inteligencia. Solo que la política pública del carajazo puede conducir al carajo al país.
¿Los binomios escogidos por Topic y Sonnenholzner representan a las mujeres de Ecuador? (porque esa es la idea de la paridad de género en la representación política). Evidentemente, no. Ni ellas ni Luisa González -candidata a la presidencia de la república por el movimiento Revolución Ciudadana-. Todas ellas representan a Correa: el macho alfa, que convirtió en sumisas a las rebeldes de su partido y las obligó a reivindicar su sumisión.

