Hace 18 años conseguir cocaína en Quito era difícil. “Principalmente por su costo”, dice Eugenia Albán, psicóloga clínica de un centro de rehabilitación de la capital.
Antes – comenta Albán– el consumo de drogas (lícita e ilícitas) entre quiteños se clasificaba así: alcohol como lo más consumido, seguido por el tabaco, la marihuana, la pasta base y la cocaína.
Actualmente, el consumo ha cambiado y la cocaína se ubica después de la marihuana. De hecho, en Quito esta sustancia –cuya apariencia es la de un polvo blanco cristalino– es la más incautada en la ciudad. Lo que da muestra “del amplio terreno que ha ganado en la capital”, destaca Víctor Cárdenas, sociólogo.
Sectores críticos
Según datos de la Policía Nacional, solo en 2022, en Quito se incautaron 4.361,28 kg de drogas, en un 70% se trata de cocaína.
La administración zonal Tumbaco es donde más se ha decomisado cocaína: en total 2.241,48 kg. Le siguen las administraciones de La Delicia, Calderón, y Manuela Sáenz.
Correlación con la violencia
Si bien Albán señala que el abuso de cualquier sustancia es perjudicial a nivel personal y social, las drogas químicas son extremadamente adictivas y causan mayores daños al cerebro y el sistema nervioso. De hecho, según señala la experta, hay una correlación entre el aumento de la violencia dentro de sociedades donde hay más acceso a estas sustancias.
“El consumo frecuente de cocaína y anfetamina se ha asociado a una mayor probabilidad de que una persona participe en un delito violento como perpetrador”, indica Albán.
En el Comité del Pueblo, donde los vecinos exigen la salida del barrio de una mujer, conocida como ‘La Pastora’, quien lideraría de una banda ligada al tráfico de drogas, es un indicador de que cada vez hay más sustancias en las calles y más asequibles.
Cárdenas dice que si la cocaína o las anfetaminas se consiguen con mayor facilidad es porque: el mercado es más amplio y por ende la oferta debe bajar un poco sus costos o la calidad de las sustancias es baja, lo que puede ser aún más peligroso para la salud.
De hecho, esta es una de las causas por las que – a decir de ambos expertos– poco se habla de la ‘tusi’ o cocaína rosa en el país. “Hubo una alerta por el hallazgo en Montañita hace un par de años, pero esta sigue siendo una droga cara, que el gramo puede costarte hasta 80 dólares. Mientras que un gramo de coca cuesta desde los 10 dólares”, dice Cárdenas.
Según la Dirección de Antinarcóticos de la Policía Nacional, las drogas más comercializadas en Quito son:
- Clorhidrato de cocaína
- Pasta Base
- Marihuana
- Heroína (en mucha menor cantidad)
El que drogas como la cocaína ingresen en mayor medida es un indicador de que grupos narco-delictivos están presentes, pues “nada se mueve, ni se comercializa, si no hay un control superior”, destaca Cárdenas.
Clona: la droga de los estudiantes
El Ministerio de Salud tiene algunas ‘luces’ sobre esta problemática a partir de los servicios de los Centros de Tratamiento a Personas con Consumo Problemático de Alcohol y otras Drogas (Cetad).
En los últimos tres años, por ejemplo, 60.082 niños y jóvenes, entre 10 y 18 años, han sido atendidos por problemas de consumo.
En enero de 2022, Alexandra Vela, exministra de Gobierno, calificó de preocupante la temprana edad a la que está iniciando el consumo. “En muchos casos bordea los 8 años de edad”, señaló. Desde esa institución se determinó que hasta el 30% de la droga decomisada iba al microtráfico que significa el consumo interno y la venta en las calles y exteriores de colegios.
¿Pero qué drogas se consumen entre los estudiantes?
Los alumnos consultados por LA HORA concuerdan que lo que más se vende es marihuana y “la clona”, esta última es Clonazepam, un medicamento que usualmente se utiliza y es recetado para atender tratamientos de ansiedad y depresión.
Aunque es un fármaco que requiere receta, los alumnos dicen que se vende desde $10 una pastilla. También hay cocaína, “pero en menor cantidad” dicen los estudiantes.