
El canciller federal de Austria, el conservador Karl Nehammer, prometió este lunes ayudas financieras a los damnificados por las inundaciones que ha causado la borrasca ‘Boris’ en la república alpina.
«El Gobierno federal pone a disposición todos los medios financieros que sean necesarios para que se pueda recurrir al ‘Fondo para catástrofes'», declaró Nehammer en rueda de prensa, tras lamentar la muerte de tres personas a raíz de las inundaciones.
El jefe del Ejecutivo explicó que el citado fondo cuenta actualmente con 300 millones de euros, una suma que «será aumentada» si no resulta suficiente.
Numerosas personas y familias han perdido «todas sus pertenencias», recordó.
Aún no hay estimaciones sobre el coste de los daños causados por la borrasca ‘Boris’ que desde el pasado jueves azota una vasta región de Europa central y del este, donde hasta ahora ha causado 14 muertos.
En la república alpina la región más afectada es, de lejos, el estado federado de Baja Austria que, situado en el este, es el más grande y poblado del país, y ha sido declarado ‘zona catatrófica’.
Trece localidades estaban este lunes completamente aisladas por las masas de agua, que por otro lado han roto 12 presas en la región, mientras que 12.000 hogares están sin electricidad y en 23 localidades no hay agua potable.
La situación sigue muy tensa en toda la región, donde 300 soldados ayudan a los bomberos en las tareas de rescate y los esfuerzos para evitar que revienten más presas.
La situación es notablemente mejor en Viena, donde se vieron los rendimientos de las cuantiosas inversiones en infraestructuras para desviar las aguas del río Danubio, pues evitaron su desbordamiento pese a un enorme aumento del caudal.
No obstante, las fuertes lluvias han reblandecido los suelos de los cerca de mil parques municipales de Viena, razón por la que se ha decretado su cierre como medida de precaución, explicó el alcalde de la capital, el socialdemócrata Michael Ludwig, en la misma rueda de prensa.
Con esta medida se pretende evitar daños a las personas por caídas de árboles que pudieron haber quedado inestables, añadió.
La situación ha mejorado en las últimas horas pero aún no se puede bajar la guardia, pues se espera «una pequeña segunda oleada» de lluvias hasta la tarde del martes, indicó el alcalde.
Las inundaciones han dejado en suspenso por unos días la campaña electoral para las legislativas del próximo día 29, en las que parte como favorito de los sondeos el partido ultranacionalista y opositor FPÖ. EFE (I)