
El estudio realizado por el investigador ecuatoriano, Daniel Hernán Ortiz Luzuriaga, demostró el liderazgo delegador que ofrece autonomía a los equipos con poca intervención directa por parte de los líderes.
Según Daniel H. Ortiz L. en actividades profesionales, «este modelo resulta especialmente útil en empresas que promueven la creatividad y la innovación, como Google, 3M y Spotify, donde la confianza en las capacidades de los empleados ha generado resultados excepcionales».
Un ejemplo citado por él, es el programa «20 % de tiempo» de Google, que facilita a los colaboradores dedicar tiempo a trabajos personales, dando lugar a servicios sofisticados, como: Gmail y Google News.
Su mayor referente
El investigador ha expresado en diversas ocasiones que es un gran admirador de Brian Tracy, a quien considera una figura clave en el desarrollo de sus propias habilidades de liderazgo y gestión.

Para Ortiz, gran parte de la información que ha aplicado en su carrera proviene de los trabajos de Tracy, especialmente de los libros Delegación y Supervisión y Leadership Questionnaire. Estos textos han sido fundamentales para entender cómo mejorar la eficacia en el ámbito empresarial y personal, mediante la correcta asignación de tareas y el desarrollo de un liderazgo más eficiente.
Brian Tracy, reconocido experto en desarrollo personal y empresarial, hace hincapié en la importancia de delegar adecuadamente. En sus escritos, detalla cómo las tareas deben ser distribuidas entre las personas adecuadas, lo que a su vez optimiza los procesos y favorece un entorno de trabajo más armonioso y productivo.
Según Tracy, uno de los mayores desafíos en la gestión de equipos es saber asignar las responsabilidades correctas a las personas con las habilidades apropiadas, lo que no solo aumenta la eficiencia, sino que también fortalece la confianza y el sentido de pertenencia dentro del grupo.

Señala también algo sorprendente: la cantidad de actividades que se realizan tanto en el ámbito empresarial como en el privado que, en realidad, podrían suspenderse sin causar ningún perjuicio. Esta observación destaca un aspecto clave de la gestión eficaz: aprender a identificar y eliminar tareas que no aportan valor real, lo cual libera tiempo y recursos para enfocarse en lo verdaderamente importante.
De acuerdo con Tracy, muchas veces las personas se sienten atrapadas por la necesidad de realizar una multitud de tareas que, si se suspendieran, no tendrían ningún impacto negativo, lo que subraya la importancia de la delegación y la eficiencia en la toma de decisiones.
Para Ortiz, la adopción de estas prácticas de Tracy no solo mejora los resultados empresariales, sino que también optimiza la vida personal, al permitir que las personas se concentren en lo que realmente importa y eliminen distracciones innecesarias.
Este enfoque promueve tanto la simplificación de las actividades diarias como el fortalecimiento del liderazgo, se ha convertido en un pilar fundamental para aquellos que buscan tener éxito en el mundo moderno, donde la sobrecarga de tareas y la falta de tiempo son problemas recurrentes.

Ortiz, además, menciona: «la cultura empresarial de 3M, donde la delegación del control ha alcanzado un nivel aún mayor. Con su política del «15 % de tiempo», los empleados no solo pueden laborar en proyectos, sino que se les alienta a explorar áreas fuera de su campo de especialización.
«Este enfoque fue clave para el desarrollo del Post-it en 1968, un invento de Spencer Silver, un químico que experimentaba con adhesivos en su tiempo libre», dijo.
No obstante, el experto advierte que este estilo de liderazgo puede presentar ciertos riesgos. En su trabajo, citado en el artículo “Habilidades directivas, estilo de liderazgo delegador: baja dirección – bajo apoyo”, se mencionan ejemplos de empresas que fracasaron al aplicar este modelo sin un acompañamiento adecuado.
Un hecho similar es el de Yahoo, donde bajo la dirección de Marissa Mayer se intentó aplicar el mando delegador. Sin embargo, la falta de supervisión y la dispersión de los esfuerzos de innovación resultaron en descoordinación interna y contribuyeron a la caída de la empresa.
De manera similar, Kodak, pionera en la industria fotográfica, no supo adaptarse a los avances tecnológicos, en parte debido a una delegación ineficaz. A pesar de incentivar la creatividad entre sus empleados, la falta de comunicación efectiva entre departamentos impidió una integración adecuada de los esfuerzos innovadores, lo que llevó a la quiebra de la compañía en 2012.
Un ejemplo adicional es el de Zynga, la plataforma de videojuegos que pasó de ser un éxito rotundo a enfrentar grandes pérdidas. La implementación de un liderazgo delegador generó problemas de comunicación y responsabilidad, lo que afectó negativamente el desarrollo de proyectos por parte de los empleados.
La clave para evitar estos problemas, según Ortiz, es encontrar un equilibrio adecuado entre la autonomía y el apoyo. «El líder debe dedicar más tiempo a trabajar directamente con los colaboradores, brindando instrucciones claras y un seguimiento continuo. El objetivo es motivar a los empleados para que alcancen un nivel superior en sus habilidades», explica el investigador.
Para minimizar las causas del liderazgo delegador, Ortiz propone adoptar el modelo de liderazgo situacional de Hersey y Blanchard, que ajusta el estilo de dirección según la madurez y el compromiso de los empleados.
Este enfoque sugiere que los líderes deben saber cuándo intervenir y cuándo ofrecer más autonomía, buscando un balance que favorezca tanto los objetivos de la empresa como el crecimiento individual de los colaboradores.
El proyecto tiene como objetivo abrir un debate sobre cómo implementar con éxito el liderazgo delegador en diferentes tipos de empresas, incluyendo las de Ecuador, donde las dinámicas laborales están cambiando constantemente.
Para el experto, comprender las fortalezas y debilidades de este enfoque es fundamental para alcanzar un éxito sostenible y evitar errores que puedan resultar costosos para las organizaciones.
Este artículo fue abordado durante el VI Congreso Internacional de Investigación en Ciencias Administrativas organizado por la Universidad de Guayaquil.
El evento académico se desarrolló de manera virtual del 22 al 24 de octubre de 2024.