
Guayaquil, Ecuador
El Banco Central del Ecuador acaba de publicar las cuentas nacionales y confirmar que la economía del país se contrajo un 2% en 2024, es decir cayó en una recesión, entre las causas mencionadas están la crisis eléctrica, menor inversión y consumo, la situación de seguridad y el cierre de pozos petroleros del ITT, entre algunos otros puntos.
Usualmente, las propuestas por parte de nuestros políticos para salir de esta situación suele ser más de lo mismo y por alguna razón esperan que los resultados sean diferentes, intentan incrementar y mantener el gasto, subir impuestos a los ciudadanos y la empresa privada, obligándonos a ajustarnos el cinturón mientras se encarece el costo de vida y restando competitividad al país, por su lado el Estado poco o nada hace para cambiar su situación.
Como es de esperar, sus efectos en nuestra economía solo son temporales y no contribuyen a lograr un verdadero crecimiento económico. No se trata de salir de la recesión solamente, sino de salir bien, en el sentido de que signifique un crecimiento sostenido que dure y permanezca en el tiempo.
Para lograr esto, hay que poner en su lugar varias cosas, empezando por el déficit fiscal, de esta forma será más sencillo eliminar impuestos y regulaciones excesivas, fomentando el ahorro y una reducción en el costo de vida.
El gobierno debe dedicarse a sus funciones esenciales como la seguridad, salud y educación de quienes más lo necesitan, todo lo demás puede y debe ser trasladado a la empresa privada en libre competencia.
Hay que fomentar cambios que hagan a las empresas del país más competitivas y productivas, atraer inversiones y la flexibilización laboral para aumentar el nivel de empleo. Así como también, seguir abriendo nuestro país al comercio con la firma de tratados comerciales y la apertura financiera para atraer más competencia al sistema bancario.
Es importante defender y mantener la estabilidad jurídica, es decir, que las leyes no cambien de forma arbitraria con cada gobierno de turno, sino mantener lo que es bueno y eliminar todo lo que entorpezca el libre funcionamiento del mercado.
De llevar a cabo estas medidas podríamos transformar esta recesión en una recuperación, no de corto plazo ni transitorio, sino en una permanente.
