La vicepresidenta segunda del Gobierno de España, Yolanda Díaz, perteneciente al partido de izquierdas Sumar, advirtió este martes, en una contracumbre organizada en La Haya en el contexto de la cumbre de la OTAN, de que la “paz no se alcanza con más armas” y consideró que convertir los principios y valores de la Unión Europea en “una carrera armamentística es un grave error”.
En una intervención por videconferencia en la contracumbre organizada por el Partido Socialista (SP) de Países Bajos y promovida por el exprimer ministro italiano Giuseppe Conte, Díaz subrayó que el plan de rearme de la Comisión Europea “pone en riesgo la concepción original” de la Unión Europea, que, dijo, es “una promesa de paz, libertad, derechos humanos, una promesa que nació tras la barbarie y que solo puede sostenerse si defendemos los valores que la hicieron posible”.
“Transformar esa promesa en una carrera armamentística es un grave error, un error profundo. Y España no puede formar parte de él. Nuestro país tiene que liderar la apertura de un nuevo camino”, señaló la también ministra española de Trabajo y Economía Social, en un evento que tuvo lugar en una de las salas del Parlamento neerlandés, a tan solo 4 kilómetros del World Forum, el centro de congresos que acoge los eventos de la cumbre anual de la OTAN.
Díaz, cuya fuerza política forma parte del Gobierno español como socio minoritario, explicó que la respuesta de la Comisión Europea a las exigencias de la OTAN promueven “más gasto militar, más dependencia del complejo industrial de defensa de Estados Unidos, más armas”, y advirtió de que “la paz no se alcanza con más armas”, puesto que, a pesar de que Europa «destina ya más de 374.000 millones de euros» a defensa, “no hay una política común ni una estrategia compartida”.
“Lo que hay es descoordinación, dependencia, generamos miedo, porque no se trata de gastar más, se trata de construir otra seguridad, de coordinarnos mejor, de defendernos mejor», dijo.
Y añadió: «Necesitamos una seguridad que no pase por la militarización, sino por la autonomía energética, por la reindustrialización verde, por el refuerzo de los servicios públicos y por una política exterior europea que apueste por la diplomacia y el derecho internacional”.
En este sentido, cree que esa seguridad pasa por “mirar de frente a los grandes desafíos”, lo que incluye el cambio climático, e hizo un llamamiento por una Europa que se posición con «la paz y el multilateralismo de la ONU, que defienda siempre a los pueblos que luchan por su dignidad y una Europa que no mire hacia otro lado ante el genocidio que se está cometiendo en Palestina”.
La ministra afirmó que España debe adherirse al llamado Grupo de La Haya, una coalición de países establecida el pasado enero por Bolivia, Colombia, Cuba, Honduras, Malasia, Namibia, Senegal y Sudáfrica, en respuesta a la grave crisis humanitaria en Gaza.
“Tenemos que asistir a la reunión de Bogotá para afirmar que no estamos ante indicios de que Israel viole los derechos humanos, sino ante pruebas evidentes de que (el primer ministro israelí Benjamin) Netanyahu está cometiendo un genocidio”, agregó.
Unos 40 jefes de Estado y Gobierno llegarán este martes y miércoles en la ciudad neerlandesa de La Haya, entre otros el presidente estadounidense Donald Trump y el ucraniano Volodímir Zelenski, y durante la reunión principal de mañana el secretario general de la Alianza, Mark Rutte, espera aprobar una declaración que recoge la promesa de un aumento de gasto en defensa al 5 % del PIB.
El líder del SP neerlandés, Jimmy Dijk, lamentó que la OTAN sea, dijo, “una organización atrapada en una espiral de expansión militar constante” y señaló que, si los líderes mundiales “siguen mirando hacia otro lado”, el resto debe levantarse “contra el genocidio, la guerra y la violencia”.
“En pocas semanas, el modelo de bienestar europeo que nos tomó décadas construir se está transformando en una máquina de guerra. No podemos permitir que esto ocurra”, alertó.
El propio Giuseppe Conte, que intervino en persona en La Haya, rechazó “firmemente la idea de que el rearme trae más seguridad”, y aseguró que esto “produce el efecto contrario: cuando los países acumulan armas para protegerse, otros lo perciben como una amenaza y responden incrementando su propio gasto militar”.
“La historia nos ha enseñado que cuando las tensiones se convierten en un intercambio constante de amenazas, la guerra deja de ser una posibilidad remota para convertirse en una trágica realidad”, añadió. EFE (I)