
El Gobierno de Ecuador contratará al Laboratorio de Crecimiento (Growth Lab) de Harvard, una entidad que desarrolla políticas de competitividad para el mundo, para que guíe el proceso de elaboración de la política de competitividad de la nación andina, informó este miércoles el viceministro de Producción, Comercio Exterior, Inversiones y Pesca, Andrés Robalino.
Durante una exposición sobre competitividad, en el marco del Foro Lácteo Ecuador 2025, realizado en Quito, el funcionario comentó que Ricardo Hausmann, director del Laboratorio de Crecimiento, visitó Ecuador la semana pasada.
Hausmann es un economista de profesión, que fue ministro de Finanzas de Venezuela antes del Gobierno de Hugo Chávez, decano de la Facultad de Economía de la Universidad de Harvard, analista en jefe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y actualmente es director Growth Lab.
El laboratorio «tiene experiencia en más de 34 países de África, Europa y obviamente, Latinoamérica, y se ha tomado la decisión de contratar a Growth Lab de Harvard para que pueda ser el que nos guíe en la construcción de la política de competitividad de Ecuador», dijo Robalino.
Para el viceministro, la competitividad es la principal herramienta que el sector productivo debe tener con miras a fortalecer el mercado nacional e internacional.
«Penosamente, Ecuador actualmente es el país con mayor costo de producción de toda Latinoamérica», dijo Robalino al considerar que esos costos han estado «atados a un mal manejo productivo y agroindustrial de décadas y décadas, que no se ha preocupado de la competitividad en su contexto completo».
El funcionario se mostró seguro de que el mencionado laboratorio ayudará al Gobierno de Ecuador -liderado por el empresario Daniel Noboa– a elaborar de manera conjunta -entre el sector público, privado y académico- la política de competitividad de Estado.
Robalino señaló como primer eje de esa política de competitividad a la gobernanza, porque «uno de los principales problemas del sector privado es la descoordinación dentro del sector público».
El segundo eje es la institucionalidad, en la que destaca la importancia de la academia y el sector privado con gremios y cámaras que forman parte del desarrollo de la política, «porque son las que tienen que adueñarse de esa política para que sobrepasen los gobiernos».
«Debe ser una política de Estado, no puede ser una política de competitividad que dure cuatro u ocho años si se reelige el Gobierno, sino (que) debe durar 10, 20, 30 años y seguirse mejorando y evolucionando«, subrayó el viceministro ecuatoriano de producción y comercio exterior.
El tercer eje transversal es «el sinceramiento normativo», porque hay una gran «cantidad de normas, procesos y pasos que deben cumplir las empresas para hacerse formales».
«La formalidad en Ecuador cada vez es menor. En promedio, en este momento estamos hablando del 38 %», detalló Robalino, quien afirmó que «hay demasiado trámite para ser formal».
«El informal no quiere ser informal ‘per se’, sino es informal porque es muy costoso ser formal, es la única forma de sobrevivir», dijo el funcionario al apuntar que «a ese informal hay que ayudarle a que se formalice de una manera mucho más sencilla», algo para lo que también se está trabajando actualmente, añadió. EFE (I)