
El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, se reunió este martes, en Roma, con el procurador nacional Antimafia y Antiterrorismo, Giovanni Melillo, con quien abordó vías de colaboración para la formación de fiscales y policías ecuatorianos, informó la Secretaría General de Comunicación de la Presidencia (Segcom).
La cita se realizó con el fin de mantener la cooperación técnica desde Italia, para fortalecer las capacidades de investigación y judiciales de los entes competentes en Ecuador, con miras a explorar un programa conjunto de formación para fiscales y policías ecuatorianos.
En esos planes de formación también están contemplados servidores al frente de la lucha contra el narcoterrorismo y el crimen organizado transnacional, indicó la Segcom.
La ministra de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana, Gabriela Sommerfeld, detalló que Ecuador e Italia, a través de la reunión mantenida con las altas autoridades, se han comprometido en fortalecer aún más la cooperación para la lucha antimafia y contra el terrorismo.
El Gobierno está revisando las normativas legales para actualizarlas y enfrentarse con mayor eficacia a las organizaciones criminales, por lo que busca acercamientos con las autoridades italianas para robustecer el sistema de protección de testigos, a través de asistencia técnica que permita el desarrollo de modelos aplicables a la realidad de Ecuador, anotó.
En la delegación que acompañó a Noboa figuran la canciller, el ministro de Gobierno, José de la Gasca; el secretario de Integridad Pública, José Julio Neira, y el director del Centro de Inteligencia Estratégica (CIES), Michele Sensi-Contugi.
Desde inicios de 2024, Noboa elevó la lucha contra el crimen organizado a la categoría de «conflicto armado interno», con lo que pasó a catalogar a las bandas de delincuencia organizada como grupos «terroristas» y emitió una serie de estados de excepción con acciones como la militarización de las cárceles, que estaban controladas por las estructuras criminales.
Si bien en 2024 la tasa de muertes se redujo con respecto a los mismos registros de 2023, el país sigue experimentando altos índices de violencia, atribuidos a la acción de grupos criminales, principalmente dedicados al narcotráfico, aunque también a la extracción ilegal de minerales y otros delitos como la extorsión y el secuestro. EFE