
El correísmo, la principal fuerza de oposición en Ecuador, calificó de «una nueva traición al país» la decisión del presidente, Daniel Noboa, de recortar el Gobierno con una reducción de 20 a 14 ministerios y el despido de al menos 5.000 funcionarios para rebajar el gasto estatal.
El grupo parlamentario de Revolución Ciudadana (RC), el partido que lidera el expresidente Rafael Correa (2007-2017), consideró que la medida, anunciada el jueves sin previo aviso, provocará «hambre, migración forzada y destrucción de la clase media” al aplicar lo que consideran “una receta brutal del FMI”.
Asimismo, la bancada correísta apuntó que la decisión golpea directamente al consumo interno y «lanza a miles de familias a la incertidumbre, la deuda y el destierro».
La RC criticó que la firma del decreto se oficializara el 24 de julio, el mismo día en que Guayaquil conmemoraba su fundación.
Desde la red social X, Correa cuestionó con ironía el anuncio del Gobierno: «En su mediocridad, Daniel Noboa y sus acólitos quieren hacer pasar como un acto de ‘valentía’ el que decida despedir súbitamente a 5.000 funcionarios públicos».
«Perdonen mi incapacidad, pero no alcanzo a entender qué tiene de valiente que un niño rico que tiene la vida asegurada, despida a 5.000 padres de familia. En fin, el loco debo ser yo», añadió.
Revolución Ciudadana también arremetió contra los legisladores que respaldaron la Ley de Integridad Pública, norma que según el movimiento político permitió al ejecutivo tomar decisiones como la firmada en el Decreto 57, sin diálogo ni evaluación técnica previa.
«El Ecuador no necesita decretos mortales, necesita salud, dignidad y empleo», concluyó el texto de la bancada opositora.
El recorte realizado por Noboa se enmarca dentro de sus políticas de control del déficit fiscal y de equilibrio de las cuentas estatales, alineadas a las metas planteadas por el programa crediticio con el Fondo Monetario Internacional (FMI) firmado en 2024 por 5.000 millones de dólares en cuatro años. EFE (I)