
El acuerdo de paz de Sudán del Sur pende de un hilo después de que el presidente del país, Salva Kiir, anunciara anoche el cese de numerosos líderes opositores al frente de sus cargos públicos, decisión que deja sin representación en las instituciones a la oposición armada y vulnera el pacto de paz de 2018.
El analista político David Lokosong afirmó este jueves a EFE que «esta medida representa un peligroso avance en el panorama político que puede, en última instancia, llevar a la destitución del propio líder de la oposición, Riek Machar«, quien se encuentra bajo arresto domiciliario desde el pasado mes de marzo.
Para Lokosong, la destitución de los opositores y su reemplazo «por desertores de la misma facción» representa «un cambio radical en el equilibrio de poder dentro del sistema político de Sudán del Sur», que pone en riesgo el Acuerdo de Paz Revitalizado.
Este pacto, firmado en 2018 entre el Gobierno de Kiir y la oposición de Machar puso fin a un lustro de guerra que se saldó con unas 400.000 muertes. Asimismo, estipuló un reparto de poder entre ambas partes y la formación de un Ejército unificado, algo que no se ha cumplido al igual que tantas otras disposiciones del acuerdo.
«Estos cambios políticos tienen implicaciones extremadamente peligrosas para la estabilidad del proceso de transición, ya que excluir a los líderes de Machar y ocupar sus puestos con figuras disidentes podría exacerbar las divisiones internas y debilitar las posibilidades de consenso político, abriendo la puerta a una crisis más profunda que amenaza el futuro del acuerdo de paz en el país», agregó.
Entre los líderes opositores destituidos se encuentran el viceministro de Finanzas y Planificación, Bech George Anyak, así como Nathaniel Oyet Pierino como primer vicepresidente.
También destituyó al presidente del Consejo de Estados, Deng Deng Akon, y al jefe del bloque parlamentario del Movimiento de Liberación del Pueblo de Sudán en la Oposición (SPLM-IO, en inglés), Matata Frank Ilikana.
Joul Nomngek, uno de los diputados destituidos, explicó a EFE que su cese no fue una sorpresa debido a un conflicto que mantuvo con el presidente del Parlamento, Jemma Nunu Kumba.
«En circunstancias normales, un miembro del Parlamento no puede ser destituido, pero desde que fuimos nombrados, esperábamos la posibilidad de ser destituidos en cualquier momento si íbamos en contra de la voluntad de quienes ostentan el poder», afirmó.
La oposición armada afirmó hoy en un comunicado que esta medida es una clara violación de los términos del Acuerdo de Paz Revitalizado y que «podría socavar la confianza de las partes en el compromiso del gobierno con la colaboración política y la implementación de las disposiciones del acuerdo».
«Estas decisiones han puesto el último clavo en el ataúd del acuerdo de paz. Por lo tanto, si el silencio de los socios internacionales y los garantes del acuerdo continúa, la oposición no dudará en declarar el colapso total del acuerdo de paz», concluyó.
Los acontecimientos se producen en un momento en el que el período de transición se acerca a su fin después de que la Comisión Electoral Nacional (CEN) de Sudán del Sur fijara las elecciones generales para el 26 de diciembre de 2026, las primeras del país desde su independencia en 2011 y tras años de prórrogas del período de transición. EFE (I)