
Guayaquil, Ecuador
Ahora que se pretende consultar a los ciudadanos si los jueces de la Corte Constitucional deben ser sujetos de juicio político y puedan ser censurados y destituidos por la Asamblea Nacional, es importante retomar el debate sobre la importancia del Estado de Derecho en el Ecuador, es decir, donde se respete la independencia de las diferentes funciones del Estado.
Aunque no es un concepto central en la economía como lo es en el ámbito político, la importancia de la división de poderes juega un papel fundamental para la economía de las naciones y la prevención de abusos por parte del Estado.
Debemos ver la división de poderes como una forma de limitar el poder estatal y proteger los derechos individuales, lo que a su vez permite un funcionamiento más eficiente de la economía y resulta esencial para los mercados.
Los países con instituciones independientes entre sí, al limitar la capacidad del gobierno para intervenir en la economía ayudan a proteger los derechos de propiedad de sus ciudadanos y a garantizar que los individuos puedan disfrutar de los frutos de su trabajo y emprendimientos, lo que favorece la inversión y aumenta el nivel de empleo.
La división de poderes fomenta un entorno de libertad económica, donde los individuos son libres de invertir, innovar y participar en el mercado sin temor a la interferencia del gobierno. Esto es lo que conduce a un mayor crecimiento económico y bienestar.
Al dividir el poder entre diferentes ramas de gobierno, se reduce el riesgo de que una sola entidad o persona controle todos los aspectos de la economía, ya que se establece un sistema de controles, contrapesos y equilibrios que previene abusos. Esto ayuda a prevenir la corrupción y el uso arbitrario del poder estatal, permitiendo que la economía funcione de manera más justa y eficiente.
Querer hacer control político es un error cuando la Asamblea Nacional ha venido manteniendo un historial de funcionar más por motivos electorales y partidistas que por el bienestar del Ecuador, lo que se debe hacer es fomentar la colaboración y el diálogo entre los diferentes poderes del Estado. Promoviendo la toma de decisiones consensuada y estabilidad política.
James Madison, considerado el padre de la Constitución de los Estados Unidos, defendía la separación de poderes como un mecanismo esencial para prevenir el despotismo y proteger la libertad individual. El sistema de contrapesos y balances permitía que el gobierno controlara a los gobernados, pero más importante lo obligaba a controlarse a sí mismo.

Una economía que prospera, es un país donde se respeta la independencia de poderes y se imponen límites a quienes nos gobiernan.