El presidente del Ecuador, Daniel Noboa, convocó este viernes a una consulta popular para decidir acerca de la instalación de una Asamblea Constituyente, pese a no contar con un dictamen de la Corte Constitucional como dicta la carta magna vigente.
A través de la emisión del decreto 148, el primer mandatario insta a un referéndum sobre la siguiente pregunta: «¿Está usted de acuerdo en que se convoque e instale una Asamblea Constituyente, cuyos representantes sean elegidos por el pueblo ecuatoriano, de acuerdo con las reglas electorales previstas en el Estatuto Constituyente adjunto, para elaborar una nueva Constitución de la República, la cual entrará en vigencia únicamente si es aprobada posteriormente por las y los ecuatorianos en referéndum?»
Sin validación de la Corte Constitucional
Según la Constitución de Montecristi (artículo 104), una consulta popular solo puede ser convocada después de que la Corte Constitucional emita un dictamen favorable sobre la constitucionalidad de las preguntas propuestas, algo que no ha sucedido hasta el momento dado que el presidente no envío esta pregunta al tribunal.
En un comunicado, la Presidencia expresó que «la obstrucción que ciertos organismos politizados intentan imponer al cambio que necesita el país no será motivo para detener la voluntad del pueblo ecuatoriano».
El oficialismo se encuentra en medio de una batalla política contra la Corte Constitucional desde que esta suspendió temporalmente varios artículos de la Ley de Inteligencia promulgada por el Ejecutivo que causaron el rechazo de organizaciones civiles y defensoras de los derechos humanos el pasado agosto. Desde entonces, funcionarios partidarios del presidente Noboa han arremetido contra el tribunal, incluso llamándolo un «enemigo del pueblo ecuatoriano» y organizando marchas multitudinarias en Quito y Guayaquil (las dos ciudades más pobladas del país) en su contra. Las acciones del Gobierno han sido condenadas por organismos internacionales como Human Rights Watch.
Ambiente de tensión política
La decisión del Ejecutivo llega en un momento de gran tensión política en el Ecuador. El pasado jueves, la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) convocó a un paro nacional en reacción a la eliminación del subsidio al diésel por parte del Gobierno. En 2019 y 2022, el movimiento indígena lideró protestas masivas contra las administraciones de los entonces mandatarios Lenín Moreno y Guillermo Lasso, resultando en gran violencia y malestar social.
En respuesta al anuncio de movilizaciones, Noboa ha declarado estado de excepción en diversas provincias (Imbabura, Carchi, Pichincha, Azuay, Bolívar, Cotopaxi, Chimborazo y Santo Domingo). “Vemos a algunos revoltosos de siempre que quieren hacer paro, que quieren parar actividades», dijo el presidente. «Mi mensaje es que se pongan a trabajar, que dejen de fregar la vida, sus comunidades están siendo beneficiadas».
Las acciones de la Presidencia también coinciden con el fracaso del movimiento oficialista ADN de impulsar una Asamblea Constituyente a través del Poder Legislativo, que ocurrió el mismo día viernes. (I)
- Con información de EFE y Primicias.
