
El Gobierno de la República Checa acordó este martes una medida nacional para prohibir la entrada en el país a titulares de pasaportes diplomáticos y de servicio rusos, informó el ministro de Exteriores, Jan Lipavský, tras el consejo de ministros.
Lipavský justificó ante la prensa esta medida para combatir las redes de espionaje rusas, que utilizan regularmente cobertura diplomática.
«Creo que no hay razón para que les facilitemos (a los agentes rusos) viajar por Europa. Schengen está al servicio de los europeos, no contra ellos», dijo el ministro checo.
La prohibición aprobada este martes no incluye al personal diplomático actualmente acreditado en el país centroeuropeo, ni a los que atraviesan el territorio checo en tránsito hacia sus lugares de destino o reuniones internacionales.
La medida se aplicará en los seis aeropuertos internacionales de la República Checa, explicó el ministro de Exteriores.
La diplomacia checa intenta que se aplique esa misma medida en todo el espacio Schengen, pero aún no ha logrado suficientes apoyos.
De momento, el servicio diplomático de la Unión Europea ha propuesto, en el marco de las nuevas sanciones contra Rusia, que ese país informe de todos los movimientos de sus embajadores en el bloque comunitario.
Aún en el caso de que Bruselas apruebe esa obligación informativa, Praga mantendrá la medida nacional y no consentirá que nadie desde dentro del espacio Schengen entre en la República Checa. EFE (I)