Latinoamérica, la región más afectada por los recortes a la ACNUR

REFERENCIA | Un trabajador de ACNUR, derecha, indica a inmigrantes que se alejen de una fila de policías para que las familias con niños puedan entrar primero a Macedonia, en las vías de tren de la frontera con Grecia, cerca de Gevgelija, Macedonia, el viernes 21 de agosto de 2015. Cerca de 39.000 personas, la mayoría inmigrantes sirios, han sido registrados en su paso por Macedonia en el último mes, el doble que en el mes anterior. El flujo de inmigrantes ha sobrepasado a las autoridades macedonias que declararon un estado de emergencia y detuvieron a muchos. (Foto AP/Boris Grdanoski)

Latinoamérica ha sido la región más afectada por los recortes de financiación que ha sufrido la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), que ha reducido el 32,5 % de los recursos totales asignados a esta zona del mundo, según revela una declaración acordada por los gobiernos de esta región y leída hoy en el Comité Ejecutivo del organismo.

«Esta situación pone en riesgo los importantes avances alcanzados en materia de protección internacional en nuestra región, que siempre ha sido reconocida por sus políticas de solidaridad (relacionadas con el asilo)», declaró la delegación de Brasil en nombre de los latinoamericanos.

Sostuvo que esta situación afecta a la capacidad de los Estados de mantener operativos sus programas de asistencia y protección a los refugiados y desplazados forzosos.

El recorte total de la financiación de Estados Unidos ha empujado al ACNUR a una crisis financiera sin precedentes en sus 75 años de trabajo en favor de los refugiados, solicitantes de asilo y apátridas (personas sin nacionalidad), una situación que ha coincidido con una reducción parcial de las contribuciones de ciertos países europeos.

El organismo ha procedido en los últimos meses a una reducción masiva de gastos, a través de controles estrictos (incluso cancelando compromisos), de la reducción de miles de puestos de trabajo y del cierre de programas en el terreno, dijo durante su presentación el alto comisionado para los refugiados, Filippo Grandi.

En concreto, se ha desprendido de 5.000 trabajadores, lo que representaba una cuarta parte de su plantilla total, y se anticipan más despidos en los próximos meses.

En estas circunstancias, los gobiernos latinoamericanos manifestaron en la reunión del Comité Ejecutivo del ACNUR su alarma porque considera que ha sufrido un impacto más importante que el resto del mundo.

«Mientras en otras regiones prevalecen políticas restrictivas para el ingreso a sus territorios, construcción de muros y deportaciones masivas, la tendencia histórica en nuestra región ha sido la de mantener políticas generosas de acogida, lo que se refleja en la recepción de refugiados de diversas nacionalidades», dijeron los latinoamericanos. EFE (I)

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