Demandan al Met por comprar cuadro que fue robado por los nazis

El cuadro 'Mujeres recogiendo aceitunas' de Vincent Van Gogh.

Los herederos de un matrimonio judío han demandado al Museo Metropolitano de Arte de Nueva York (Met) por adquirir un cuadro de Vincent Van Gogh que, según alegan, fue «saqueado» por el régimen de la Alemania nazi.

La querella, interpuesta esta semana en el tribunal del Distrito Sur de Nueva York, también incluye al museo de arte Basil & Elise Goulandris Foundation, ubicado en la capital de Grecia, Atenas, donde ahora se expone.

Los demandantes piden una indemnización por daños y perjuicios y la restitución de la obra, titulada en español ‘Mujeres recogiendo aceitunas’, que «fue saqueada de la colección de Fritz y Hedwig Stern», una pareja de coleccionistas alemanes de fe judía.

Los Stern habían comprado la pieza, pintada por Van Gogh en 1889 -un año antes de su muerte- en 1935.

La pareja vivió en la ciudad alemana de Múnich hasta diciembre de 1936, cuando, debido a la persecución nazi, se vieron obligados a huir hasta Estados Unidos junto a sus seis hijos, según sus herederos.

Antes de que la familia emigrase, el régimen nazi declaró la pintura como «propiedad cultural alemana» y prohibió a los Stern llevarse el cuadro con ellos hasta el país norteamericano.

Tras su huida, un «fideicomisario» nombrado por el régimen vendió el cuadro en nombre de los Stern, pero los beneficios derivados de la venta fueron confiscados por los nazis.

Según los demandantes, representados por la abogada estadounidense Judith Anne Silver, en las décadas posteriores a la Segunda Guerra Mundial la pintura ha sido «objeto de tráfico, compra y venta» de manera repetida en la ciudad de Nueva York.

Así, inciden en que el Met «debería haber sabido que el cuadro era un objeto robado» cuando lo adquirió en 1956 y posteriormente lo vendió a la familia Goulandris, una de las más adineradas de Grecia.

La pieza se expone actualmente en el museo Basil & Elise Goulandris Foundation, operado por la fundación creada por el matrimonio de Basil y Elise Goulandris.

En 2022, los herederos ya interpusieron una demanda relativa a esta obra en un tribunal federal de California, que acabó desestimando el caso. EFE (I)

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