Monjas españolas excomulgadas vendían obras artísticas de su convento en internet

Laura García de Viedma.

Dos de las monjas españolas excomulgadas por la Iglesia por enfrentarse a la jerarquía católica vendían a través de internet obras de gran valor artístico del convento en el que residen, hechos por los que fueron detenidas este jueves, junto con un anticuario de la localidad española de León.

Estas dos exmonjas, una de ellas la abadesa del convento, Laura García de Viedma, pasaron a disposición judicial este viernes para prestar declaración por un presunto delito de receptación y apropiación indebida agravada al tratarse de bienes de patrimonio histórico, según informó la Guardia Civil en un comunicado.

En concreto, las dos exreligiosas son las supuestas responsables de la venta, extracción y transmisión de los bienes catalogados, mientras que el anticuario está acusado de un delito continuado de receptación al adquirir dichas piezas sin exigir acreditación de su lícita procedencia.

Las religiosas de la orden de Hermanas Pobres de Santa Clara rompieron con la jerarquía eclesiástica después de que la Iglesia les impidiera vender un monasterio para comprar otro, situándose bajo la tutela de Pablo de Rojas Sánchez-Franco, un católico excomulgado en julio de 2019 y fundador de la secta Pía Unión de San Pablo Apóstol.

Esta causa por la venta de obras de arte se suma a las múltiples denuncias cruzadas ante los tribunales entre las exreligiosas y la Iglesia católica a raíz de su cisma con el Vaticano en 2024.

La investigación se inició a raíz de una denuncia tras detectarse en el mercado especializado de antigüedades diversas piezas que podrían corresponder al patrimonio histórico del monasterio de Belorado (centro de España) -cuya titularidad se disputan las exreligiosas con la Iglesia católica- y que habrían sido sustraídas o transmitidas sin autorización.

Los agentes comprobaron que se habían vendido por internet varias piezas históricas del convento, una de ellas encontrada en una tienda de antigüedades en Madrid, lo que motivó el registro realizado ayer en el monasterio de Belorado, donde se detuvo a la exabadesa, y de Orduña, donde fue detenida la otra exmonja.

Las exmonjas enfrentan una denuncia de la orden de las Clarisas de Vitoria, a las que se comprometieron a pagar 1,2 millones de euros por la compra del mencionado monasterio de Orduña, una operación que nunca se produjo porque los pagos no llegaron.

En el registro de Orduña se localizaron un significativo número de obras de arte pertenecientes al monasterio de Belorado que habían sido trasladadas sin autorización, mientras que la investigación continúa abierta para recuperar otras piezas que no se han localizado.

Por su parte, el abogado de las exmonjas, Florentino Aláez, ve «incomprensible» estas detenciones y, en declaraciones a EFE, aseguró que la acusación contra la exabadesa y la otra exreligiosa es «absurda y disparatada» porque la venta de patrimonio corresponde a los meses de marzo, abril y mayo de 2023, un año antes de que fueran excomulgadas.

El proceso por la venta de las obras de arte es uno de los muchos abiertos contra la religiosas excomulgadas por la jerarquía católica, que este verano recibieron la orden de abandonar el monasterio de Belorado, al considerar la justicia española que el inmueble es propiedad de la Iglesia. EFE (I)

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