(EFE).- La Federación Ecuatoriana de Exportadores (Fedexpor) criticó hoy el acuerdo comercial que su país negocia con Venezuela, pues a su juicio es un retroceso con respecto a las disposiciones de la Comunidad Andina de Naciones (CAN), que Caracas abandonó en abril.
El pacto «es totalmente perjudicial para el sector privado», dijo a la prensa Felipe Ribadeneira, presidente ejecutivo de Fedexpor, quien se quejó de que en las conversaciones no ha habido participación de las empresas de su país.
En cambio, Pablo Piedra, viceministro encargado de Comercio Exterior, calificó de «lamentables» las declaraciones de Ribadeneira y dijo a Efe que lo negociado hasta ahora «favorece plenamente a los intereses ecuatorianos».
Piedra indicó que una delegación de alto nivel de su país viajará a Venezuela «en las próximas semanas» para ultimar el texto, que espera que se cierre «en el transcurso de éste o el siguiente mes».
El pacto sustituirá las cláusulas comerciales que regían entre Ecuador y Venezuela en el marco de la CAN, que Caracas abandonó en abril.
En ese mes se cumplieron los cinco años de rigor desde que comunicara la decisión de salir del grupo, que tomó después de que Colombia y Perú iniciaran negociaciones de sendos Tratados de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos.
Una de las quejas de Ribadeneira es que en el nuevo documento el mecanismo de resolución de disputas comerciales es «algo muy leve, muy laxo».
Al haber abandonado la CAN, Venezuela ya no acepta que las diferencias comerciales con Ecuador u otros países se diriman en el Tribunal Andino de Justicia, reconocieron funcionarios de la cancillería de Quito, que indicaron que no pueden «obligar» a Caracas a someterse a esa corte.
Ribadeneira también dijo que en el pacto en negociación no se permite la llamada «acumulación de origen» en la región, es decir que según las nuevas normas los productos ecuatorianos elaborados con insumos de Perú o Colombia tendrían que pagar aranceles a su entrada en Venezuela, algo que no ocurría en el marco de la CAN.
Piedra, en cambio, enfatizó que ese asunto aun no está cerrado, aunque reconoció que una de las razones de la salida de Venezuela de la CAN es «porque considera que las reglas de origen reinantes no le han beneficiado en el comercio con sus demás socios».
El alto funcionario explicó que si el nuevo pacto introduce cambios en las normas de origen vigentes establecerá un período de transición para que los empresarios ecuatorianos se adapten.
Piedra también admitió que las barreras no arancelarias de Venezuela «son ciertamente un problema para los exportadores ecuatorianos», de las que ellos se quejan frecuentemente.
Ribadeneira dijo que el texto no hace nada por terminar con las trabas administrativas que dificultan la exportación a Venezuela, como las autorizaciones de importación y del uso de divisas que expide ese Estado.
En ese sentido, Piedra indicó que el uso en las transacciones entre entidades públicas de Ecuador y Venezuela del Sistema Único de Compensación Regional (Sucre), que es una moneda virtual, como se plasma en el acuerdo, facilita la relación comercial, al reducir la necesidad de autorizaciones.
Eso ayuda también a los pequeños productores, porque a veces las ventas de productos agropecuarios hacia Venezuela se canalizan a través del Estado, explicó.
Actualmente siguen en vigor las disposiciones de la CAN, por un período transitorio de 180 días, contado desde abril, por lo que entre los dos países el arancel continúa siendo cero.
Ribadeneira también destacó que según el documento que se negocia los nuevos impuestos aduaneros que se aplicarán están en un anexo que no está disponible, lo que crea «inseguridad» entre los empresarios.
«Sí estamos preocupados, hacemos un llamado al Gobierno de que se nos haga partícipes más de la negociación», dijo el directivo de Fedexpor, mientras que Piedra sostuvo que la cancillería ha mantenido «la mejor de las relaciones» con ese gremio.
Ecuador exportó a Venezuela bienes y servicios por valor de 964 millones de dólares en 2010 y de 419 millones de enero a abril de este año, según la cancillería, y a ese país dirige casi el 11 % de sus ventas externa no petroleras.