PARIS (AP) — Los fiscales pidieron el miércoles una multa de no menos de 10.000 euros (14.400 dólares) para el ex diseñador de la casa Dior John Galliano, acusado de proferir insultos antisemitas en un café parisino.
Galliano declaró durante su juicio de un día que no recordaba los incidentes por ser adicto al alcohol, barbitúricos y somníferos. Ofreció disculpas por sus insultos antisemitas en otro incidente que fue filmado en viodeo y difundido por internet.
La corte dará su veredicto más adelante.
Los cargos conmocionaron al mundo de la moda y costaron a Galliano su puesto en la célebre casa de alta costura.
El diseñador británico compareció luego de pasar meses fuera de la vista del público. Por tratarse de él, vestía de manera discreta: de negro, pañuelo al cuello con pintas, bigote delgadísimo y pelo largo.
Galliano está acusado de proferir «insultos en público basados en el origen, la filiación religiosa, la raza o la etnicidad», que conlleva penas máximas de seis meses de prisión y multas por 22.500 euros (32.175 dólares).
El célebre diseñador ocupó un asiento de primera fila en la sala revestida en madera y dorados del Palacio de Justicia, junto a un intérprete y de frente a los tres jueces que decidirán su suerte.
La sala, cuyo techo alto está decorado con la imagen de una mujer que sostiene la balanza de la justicia, estuvo atestada de periodistas. Las cámaras de televisión que lo siguieron hasta la puerta tuvieron que quedarse afuera.
Preguntado sobre los hechos del 24 de febrero de 2011, cuando supuestamente profirió insultos antisemitas a una pareja, Galliano insistió en que no recordaba nada.
«Tengo una triple adicción. Me estoy recuperando del alcoholismo y la adicción», dijo para explicar su laguna mental. Dijo que empezó a beber en 2007 y era adicto al alcohol, los barbitúricos y los somníferos.
Después de su detención en febrero, dijo Galliano, se sometió a dos meses de tratamiento por rehabilitación en Arizona y en Suiza.
«Después de cada período de gran creatividad, sufría una caída y el alcohol me ayudaba», y añadió que su creatividad «ayudó a convertir a Dior en un negocio multimillonario».
Preguntado por qué no habló a los investigadores policiales sobre sus adicciones, respondió: «En ese estado, negaba todo. Tomaba píldoras y alcohol, y negaba todo».
Una pareja alega que Galliano hizo comentarios antisemitas sobre ellos en un café en febrero. La policía lo detuvo entonces para interrogarlo, y una prueba de alcoholímetro determinó que estaba borracho. Posteriormente, otra mujer hizo una denuncia similar, acerca de un incidente en el mismo café en octubre. El juicio entiende en las dos acusaciones.
Días después del incidente de febrero, el tabloide británico The Sun difundió en su página de internet un video en el cual Galliano, borracho, insultaba a otro cliente del café y decía «amo a Hitler».
Galliano dijo en un comunicado en esa época que «el antisemitismo y el racismo no tienen cabida en nuestra sociedad. Ofrezco disculpas por mi conducta ofensiva».
En la corte, habló del trabajo agotador en Dior y en su propio sello, John Galliano, debido en parte a la crisis financiera. «Estaba muy ocupado», dijo, y añadió que no tuvo tiempo para llorar la muerte de su padre en 2005 y de su mano derecha en 2007.
La mujer de la pareja insultada, Geraldine Bloch, dijo que Galliano pronunció la palabra «judío» »por lo menos 30 veces» durante el altercado, que duró 45 minutos.
Preguntada por qué aparentemente nadie más en el café escuchó esa palabra, Bloch se declaró «muy sorprendida».
La profesora de inglés Marion Bully, convocada como testigo por la defensa, dijo que Galliano insultó a la pareja con obscenidades, pero aseguró que «no escuché nada antisemita».
El veredicto podría depender de si los insultos fueron públicos o no.
El incidente de febrero y el video repercutieron en todo el mundo de la moda porque se conocieron en vísperas de la Semana de la Moda de París.
Dior despidió a Galliano y denunció sus declaraciones. Desde su ingreso en 1996, Galliano dejó una marca indeleble en la histórica casa con desfiles de modas frecuentemente escandalosos que estaban entre los más esperados del calendario parisino.
El juicio se realiza el mismo día que comienzan los desfiles de la moda masculina primavera-verano de 2012.