BEIJING (AP) — Las autoridades chinas están recurriendo cada vez más a los ataques y detenciones secretas en una ofensiva que se ha agravado este año en contra de abogados activistas, dentro de una serie de esfuerzos del gobierno para prevenir el crecimiento de un movimiento de protesta parecido a los que ocurren en el mundo árabe, señaló el jueves Amnistía Internacional.
El grupo defensor de los derechos humanos también indicó que el gobierno chino también ha suspendido o revocado las licencias de los abogados para impedir que tomen casos delicados, como la defensa de disidentes prodemocráticos, miembros de movimientos religiosos prohibidos o críticos del gobierno.
«Intimidación, acoso, violencia, detenciones arbitrarias, son todas acciones utilizadas cada vez más en contra de los abogados y sus familias en el 2010», dijo el grupo en un reporte publicado el jueves detallando la ofensiva durante los pasados dos años. «Estos actos se realizan cada vez de manera más flagrante, con funcionarios que abandonan incluso la pretensión de cumplir la ley».
Siempre sensible a cualquier señal de disidencia, China ha mantenido un ritmo constante de presión en las pequeñas comunidades de abogados de derechos humanos que ya enfrentan numerosas dificultades al trabajar en el fuertemente controlado sistema legal chino para presionar por libertades civiles y combate al abuso de poder.
La presión se intensificó en febrero cuando el gobierno lanzó una de sus más amplias campañas de represión en años. Decenas de activistas, abogados y bloggers han sido cuestionados, detenidos o simplemente desaparecidos en un intento de acallar incluso la posibilidad de que se forme un movimiento a favor de la democracia como aquellos que se están propagando por el mundo árabe.
Entre ellos está el prominente abogado Teng Biao, un profesor de ciencias políticas y leyes de la Universidad de China en Beijing, quien desapareció a mediados de febrero y reapareció más de dos meses después.
Aunque ninguno de los abogados era reservado para salir en los medios, ahora todos se han rehusado a hablar con periodistas, sugiriendo posible intimidación de las autoridades.
Uno de los casos con mayor notoriedad de esta ofensiva contra defensores de los derechos humanos en los últimos años es el de Gao Zhisheng, un carismático y beligerante abogado que representó a disidentes religiosos y abogó para una reforma constitucional.
Gao desapareció hace más de un año y ha llamado la atención internacional por la inusual tardanza en reaparecer y por los reportes de tortura al principio que dijo que soportó en su detención.
El Ministerio de Seguridad Pública y la oficina de seguridad pública de Beijing no contestaron de inmediato cuando se les pidió un comentario para esta información.