
El crack Lionel Messi reafirmó su decisión de jugar con la selección argentina de fútbol, pese a las críticas y la dolorosa reprobación de la hinchada. Pero nada alterará su decisión de vestir la camiseta albiceleste ni su ambición de darle un título tras 18 años de sequía.
«No es la primera vez que me pasa esto con los medios de acá, en Argentina. Ya viví situaciones parecidas, muchas, pero eso no me hace cambiar cada vez que hay que venir a la selección. Vengo a la selección porque lo siento, porque quiero jugar, y siempre intentar lo mejor», aseguró Messi en una rueda de prensa.
«Las críticas de la gente me molestan a mí y a todos pero somos conscientes de que no hicimos las cosas bien y por eso se dio todo eso», reconoció la Pulga, tras la reprobación y los silbidos que recibió junto a sus compañeros tras los dos pobres empates en el torneo sudamericano. «A ninguno nos gusta que nos silben, nos puteen», concluyó.
Messi, de 24 años, vive una nueva prueba de fuego con la selección argentina. Se quedó abatido por el bajo rendimiento del equipo en los primeros dos partidos, con sendos empates ante Bolivia y Colombia que pusieron en riesgo la clasificación del combinado anfitrión. Pero renació y se lució en la goleada por 3-0 a Costa Rica, un rival débil que le permitió al equipo dirigido por Sergio Batista recuperar confianza y seguir en camino rumbo a su gran ambición, ganar la Copa. La Pulga obtuvo todos los reconocimientos posibles con el Barcelona, pero sabe que para alcanzar la consagración total necesita un título importante con su selección.
«Sufrimos mucho por las críticas pero al mismo tiempo nos ayudó. Es verdad que nos hizo más fuerte como grupo», subrayó la estrella del Barcelona.
El próximo desafío albiceleste será Uruguay, en el partido por los cuartos de final que jugará el próximo sábado en Santa Fe. «Estábamos dolidos por los dos primeros partidos, contra Costa Rica fue diferente y ahora hay que pensar en lo que viene, un partido difícil y si perdemos ya no podremos hacer nada», advirtió.
La máxima figura del fútbol mundial mantiene viva su ilusión de ganar la Copa América. «Soñamos todos con eso, pero también queremos ir de a poquito, Uruguay va a ser un partido complicado y no nos queremos adelantar a nada». «Soñamos antes de la Copa poder conseguirla, seguimos soñando y es lo que más queremos, Argentina necesita un título, hace mucho tiempo que no lo tiene, y la última Copa América se nos escapó por poquito», expresó.
Messi analizó con cuidado el nuevo clásico del Río de la Plata. «(Diego) Forlan es un grandísimo jugador. Se complementa muy bien con (Luis) Suárez, son muy peligrosos y de gran calidad. Es una selección muy fuerte que viene de hacer un gran Mundial. Los dos (equipos) sabemos que no podemos cometer errores porque ya quedás afuera. Es una final, es un partido diferente a los que jugamos antes, va a ser totalmente diferente», anticipó.
El crack insistió en tanto en que es «un error» comparar al Barcelona con la selección argentina. «El Barcelona es un equipo que hace mucho tiempo que viene trabajando junto, que ya tiene todas las cosas prácticamente agarradas. Nosotros intentamos parecernos un poquito al Barcelona en el hecho de querer tener siempre la pelota, mantenerla, jugar, pero no se puede comparar en lo grupal ni en lo individual», aseveró el delantero.
La «Pulga» aseguró además que se adapta a la posición que le indique el técnico Sergio Batista, pero admitió que en el nuevo esquema que usó ante Costa Rica, más volcado a la derecha, se sintió más cómodo. «Al jugar por el medio no encontrábamos mucho el espacio porque se juntaba mucha gente, al salir yo afuera no había tanta gente alrededor, fue diferente. Ojalá contra Uruguay pase lo mismo y podamos encontrar esos espacios», deseó.
«Siempre intento ubicarme y estar bien dentro de la cancha para ser una opción para mis compañeros, a veces sale bien, otras no. Jugar contra selecciones de Sudamérica es muy difícil, la mayoría te arma dos líneas de cuatro atrás, te cierran espacios y es muy difícil moverte», señaló.
En ese sentido, remarcó que es un torneo «muy parejo». «A todas las selecciones que a priori parecen favoritas, a todas se les complica. Se emparejó mucho y por eso se ven partidos muy igualados», analizó.