Quieren que el «Chucho» lo haga todo

Era otro América, el de Mario Carrillo, dominante en aquel Apertura 2005. Cuauhtémoc Blanco, Kléber Boas, Christian «Chaco» Giménez, Pável Pardo, Ricardo Rojas, Duilio Davino, eran algunos de sus hombres de campo. Y, en la portería, Guillermo Ochoa.

Desde entonces, no hay águila que pise el Nemesio Díez y salga airosa de la otrora «Bombonera» del Estado de México. Seis años van a ser del último triunfo americanista en territorio choricero.

La siguiente tarea del ecuatoriano Christian Benítez, llamado a ser el nuevo héroe amarillo, será «vacunar» a los endiablados en el mítico escenario rojo. Se trata, pues, del encuentro más sonado de la segunda fecha del Apertura 2011.

La última hazaña tuvo su mérito. Con Carrillo en el timón, los azulcremas tenían frente a sí a uno de los cuadros más sólidos del Toluca, con Paulo da Silva y Édgar Dueñas en la zaga, Sergio Amaury Ponce, Antonio Naelson «Sinha» y Vicente Sánchez, quien curiosamente hoy participa en el bando contrario.

A la base actual se suma el citado «Chucho» Benítez, además de Matías Vuoso y Daniel «Rolfi» Montenegro. De ahí que la exigencia de éxito esté obligada para los capitalinos, si consideramos que los actuales pingos no cuentan con el poderío de años pasados. Se trata, más bien, de una plantilla de más sacrificio.

Apreciamos, entre sus piezas más valiosas, al arquero Alfredo Talavera, el referido Édgar Dueñas -entre los sobrevivientes de la última línea-, «Sinha», Carlos Esquivel, Néstor Calderón e Iván Alonso. Y nada más, porque la salida del chileno Héctor Mancilla debilita aún más el frente rojo.

Mas eso no garantiza que los cremas saldrán vivos del Nemesio Díez, dado el dominio choricero en las últimas dos liguillas en las que se han encontrado, ambas en cuartos de final, con rotundos éxitos. El primero de ellos en el Clausura 2004 -que otorgan par de triunfos a la causa mexiquense- y el más reciente en el Bicentenario 2010, con empate en el Azteca y triunfo de los Diablos en casa.

A eso se agregan inolvidables agarrones y múltiples golizas, de uno y otro lado: 3-0 en el Verano 99, un par de triunfos capitalinos, los dos por 2-4 en el año 2000; y dos palizas choriceras en 2003, una 3-0 y la otra un catastrófico 6-0, en el que José Saturnino Cardozo aportaría tres dianas y, curiosamente, Vicente Sánchez abriría el marcador.

Del pasado al presente sobrevive la casta roja, porque en el América no hay tiempo para pretextos. En este semestre se comprometieron a llevarse todo y del infierno están forzados a reducirlo a cenizas.

Fuente: Esto

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