La peregrinación de las reliquias del beato Juan Pablo II comenzó hoy con el traslado de la Nunciatura Apostólica de México a la Basílica de Guadalupe, la primera escala de un recorrido por el país que se prolongará hasta diciembre.
A su llegada hoy a la Basílica de Guadalupe, el arzobispo primado de México, Norberto Rivera Carrera, celebró una ceremonia eucarística acompañado de los obispos auxiliares de México y del cabildo colegial de Guadalupe.
Una muestra de sangre de Karol Wojtyla (1920-2005), extraída un día antes de morir y colocada en una cápsula de cristal, una figura de cera del papa polaco y varios objetos personales estarán expuestos en la Basílica de Guadalupe hasta el próximo domingo.
El 28 de agosto a las 22:00 comenzará el traslado de las reliquias hacia la Catedral de la Diócesis de Toluca, capital del central Estado de México.
Las reliquias llegaron a México procedentes de Roma el pasado 17 de agosto y recorrerán distintas diócesis durante los próximos cuatro meses.
México, segundo país con más católicos en el mundo después de Brasil, solicitó al Vaticano la visita de las reliquias unos meses después de que Juan Pablo II fuera beatificado en Roma por el pontífice Benedicto XVI.
Wojtyla, quien era conocido además como el «Papa viajero», falleció en 2005 después de 27 años en el pontificado y el pasado 1 de mayo fue beatificado en el Vaticano.
Juan Pablo II visitó México en cinco ocasiones y en la última, en 1999, encabezó el «Encuentro de las cuatro generaciones».