En la Cámara de Industrias de Guayaquil, se realizó el lanzamiento oficial del Banco de Alimentos Diaconía, creado en febrero de este año, con el aval de la Arquidiócesis de Guayaquil, con el objetivo de reducir el hambre y la desnutrición de la población vulnerable en esta ciudad.
La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, FAO, indica que en América Latina hay 53 millones de personas con hambre; y en nuestro país dicho porcentaje es del 15%. En Guayaquil la cifra alcanza aproximadamente 350.000 personas, de las cuales el 75% es población infantil.
Muchas industrias, comerciantes, productores, tienen excedentes de alimentos y artículos de primera necesidad, que si se deshacen de ellos o los donan sin planificación, corren el riesgo de ser desaprovechados.
El Banco de Alimentos Diakonía, recibe estos productos alimenticios y de primera necesidad consumibles, pero no comercializables, por razones de exceso de producción, mal etiquetado, productos fuera de temporada, etc., que las empresas deciden donar, para entregarlos a instituciones de acción social debidamente constituidas, que alimentan a niños, adultos mayores, enfermos, y familias sin ingresos.
Monseñor Antonio Arregui, Arzobispo de Guayaquil, mencionó que la palabra Diakonía, es una palabra griega para hablar de servicio, que implica que detrás del servicio hay un amor cristiano, puesto que no se puede decir que amas a Cristo, si eres indiferente con tus hermanos. Considera que, «a través del Banco de Alimentos se empata la buena voluntad de los unos, con las necesidades de los otros, porque por encima de todo, hay un respeto y una promoción de la dignidad de las personas, especialmente de los niños.»