Río de Janeiro, (EFE).- Una pareja brasileña se casó hoy en el Rock in Rio para rubricar el amor que se profesan y declarar su pasión eterna por el rock y por los estadounidenses de Red Hot Chili Peppers, que esta noche cierran la segunda noche del festival.
Los novios celebraron su boda civil en la llamada «Rock Street», una avenida de aires cosmopolitas de la Ciudad del Rock, bajo los acordes de «Under the bridge», uno de los éxitos de la banda californiana lanzado en 1991 y con la presencia de centenares de personas que asisten al festival y que hoy actuaron de invitados.
La novia, Raquel Lettres, subió con un ramo de rosas rojas y vestida de blanco al altar, donde le esperaba su novio, Gabriel Gemelli, que lució una camisa negra y una corbata del mismo color con lunares blancos.
«El primer concierto que vimos fue uno de Pearl Jam en 2005, y ahora completamos cinco años juntos con otro de Red Hot Chili Peppers. Es como si se cerrase un círculo», declaró emocionada la novia, de 31 años.
La pareja, originaria de Porto Alegre, en el sur de Brasil, tenía previsto casarse en una iglesia de su ciudad, pero modificó la fecha del enlace después de que la organización del Rock in Rio adelantara el concierto de Red Hot Chili Peppers, que inicialmente tenía previsto actuar en el festival el sábado que viene.
El enlace matrimonial fue oficiado por la jueza de paz María Vitoria Riera, que durante la ceremonia recordó la «historia de vida ligada al rock» de los enamorados y la pasión que le profesan a la banda californiana.
La de ayer fue una jornada especialmente «estresante» y «atípica» en el backstage del mayor festival musical del mundo. Participaban tres estrellas internacionales (Katy Perry, Elton John y Rihanna) y eso se reflejó en unos camerinos a rebosar de amigos y asistentes, 500 personas en total.
Katy Perry en una hora de espectáculo sin paroxismos le ha robado los mayores aplausos de la primera noche del Rock in Rio 2011 a un Elton John desubicado en la programación.
Algo sucede cuando una de las mejores actuaciones musicales de un concierto lo factura el coro que acompaña a la artista, mientras ésta anda perdida en el enésimo cambio de vestuario en el backstage. Tampoco favorece salir tras una intérprete de un estilo similar que canta y baila mejor en vivo, como la brasileña Claudia Leitte.
A Katy Perry le ha sucedido eso esta noche y, a pesar de ello, ha salida victoriosa de su encuentro con el público brasileño, al que ha regalado cumplidos desde el primer momento, rindiéndolo con algunos de sus muchos éxitos comerciales, sobre todo «Firework».
Entre piruletas, nubes de algodón y estilismos de vedette y pin-up, la californiana ha dedicado su concierto a cambiarse de vestido, unas 20 veces a lo largo del show y la mitad de ellas durante su interpretación de «Hot N’ Cold».
Entre lo más destacado, el número global de «E.T.», la demostración de que puede afinar y tocar la guitarra cuando se para ante el micrófono en «Thinking of you» (un regalo a Brasil, que convirtió este tema en número 1) y el tema final, «California Gurls», con su bazoca de espuma.
Desde una concepción diametralmente opuesta de la música, Elton John ha ofrecido un show de cerca de dos horas a la vieja usanza, anclado a su piano, irreprochable en el apartado técnico, como acostumbra, y pertrechado de éxitos curtidos en décadas de carrera profesional.
«Rocket Man», «Don’t Let The Sun Go Down On Me» o «Croc Rock» son algunos de los temas que han sonado en un concierto que ha podido resultar un tanto monótono para el joven público de Perry y Rihanna, al que ha ofrecido pocas concesiones (se dejó por ejemplo sin tocar uno de sus temas más mediáticos, «Your Song»).
Rihanna ha tenido oportunidad de exhibir en Río de Janiero, un año después de hacer lo propio en Madrid, su tino a la hora de escoger repertorio, con éxitos como «Umbrella», que ha reservado para el cierre, así como «Don’t Stop The Music», «Love The Way You Lie» y «Only Girl In the World». EFE