El gobierno chileno informó este viernes que ha disminuido la actividad del volcán Hudson, en el sur del país, pero que se mantiene la alerta roja ante la amenaza de una erupción.
«El volcán Hudson ha disminuido su actividad», dijo a periodistas el subsecretario de Minería, Pablo Wagner.
Agregó que la actividad que registran aparatos instalados en las cercanías del volcán, de 1.900 metros de altura y ubicado a unos 1.800 kilómetros al sur de Santiago, ha disminuido con relación a la observada ayer que a su vez ya había sido considerablemente menor a la del miércoles, cuando el gobierno estableció la alerta roja.
Mediante esa medida se dispuso la evacuación de unos 128 pequeños agricultores que viven en la región aledaña. Otros cuatro pobladores que viven en un radio de 45 kilómetros se resisten a abandonar a sus animales, pero ante la eventualidad de una erupción se comprometieron a salir del sector.
Las autoridades también dispusieron un plan de evacuación del ganado en caso de que se produzca una erupción, según informó telefónicamente a la AP desde Coyhaique el director regional de la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi), Sidi Bravo.
Precisó también que la posibilidad de que algún centro poblado sea afectado directamente por una erupción «es muy baja».
Cerro Castillo, el poblado más próximo, está a 67 kilómetros del volcán, mientras que Coyhaique, la capital regional, se encuentra a 170 kilómetros. La región es extensa pero escasamente poblada.
Wagner señaló que incluso en las primeras horas de la mañana del viernes no se habían registrado sismos en la zona del Hudson.
La preocupación, sin embargo, se mantiene. En su última erupción en 1991 el Hudson causó estragos en la agricultura de la zona y se perdieron miles de cabezas de ganado. Expertos caracterizan las erupciones del volcán como explosivas.
Hasta ahora el volcán mantiene una columna de humo y cenizas proveniente de tres fumarolas, dos de los cuales sólo emanan vapor y otra cenizas, según las observaciones aéreas efectuadas por las autoridades.
El director de la Onemi, Vicente Núñez, señaló también que la nube ha disminuido su altura, que llegó a ser de unos 5 kilómetros, y que la pluma cubre unos 60 a 80 kilómetros de la región pero que ha disminuido la cantidad de cenizas que desprende el volcán.
Los vientos hasta ahora no han desviado la pluma hacia Argentina, como ocurrió con el volcán Cordón Caulle, también en el sur del país, pero a unos 500 kilómetros más al norte del Hudson. El Cordón Caulle entró en erupción el 4 de junio y todavía sus emanaciones alteran temporalmente la aeronavegación, sobre todo en Argentina, cuyo centro invernal de Bariloche ha sido especialmente afectado por las cenizas.
El director regional de Onemi dijo que la nube volcánica sólo cubre territorio chileno. La frontera argentina se encuentra a unos 120 kilómetros.
Oscar Sandoval, alcalde de Los Antiguos, localidad argentina situada a 180 kilómetros en línea recta al volcán, dijo el viernes a AP que en este momento «no hay peligro» y «está todo tranquilo».
Pero la municipalidad «está en alerta» y para evitar problemas por una eventual caída de ceniza volcánica se ha provisto a la población de antiparras, barbijos, agua potable, combustible y linternas, que han sido enviados por los ministerios de Defensa y Desarrollo Social, señaló. «Estamos trabajando con la comisión de contingencia creada con logística de los ministerios» nacionales y de las autoridades de la provincia argentina de Santa Cruz, agregó.
Sandoval indicó que está en permanente contacto con las autoridades chilenas locales para conocer la evolución de la actividad volcánica.
Los Antiguos, localidad productora de cerezas y que cuenta con una importante ganadería ovina y vacuna, fue particularmente castigada en 1991 por la erupción del Hudson. AP
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