FARC anuncia liberaciones unilaterales tras movilizaciones

La guerrilla de las FARC anunció ayer que seguirán adelante con las liberaciones de secuestrados en una jornada marcada por masivas movilizaciones de ciudadanos en Colombia para pedir el fin del secuestro.

Este grito de paz, que se trasladó hasta otras ciudades de América Latina, Estados Unidos y Europa en forma de marchas espontáneas y actos pacíficos, se hizo sentir especialmente en la céntrica Plaza de Bolívar de Bogotá, donde se concentraron colombianos de todas las edades, con camisetas blancas y banderas tricolor del país suramericano.

Allí reclamaron la libertad de hasta 103 secuestrados y desaparecidos con vítores y pancartas en las que expresaron su rechazo a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

Horas después, esta guerrilla anunció que continuarán las liberaciones unilaterales después de que el pasado 26 de noviembre ejecutara a cuatro secuestrados tras un operativo militar en la zona donde los tenía, en el departamento selvático de Caquetá (sur).

Fue precisamente la muerte de esos cuatro secuestrados (tres policías y un militar que llevaban en cautiverio más de diez años) las que llevaron a convocar, diez días después, la movilización ciudadana.

La sorpresa vino horas después, cuando mediante un mensaje difundido por Internet las FARC hicieron el anuncio de que proseguirán con las liberaciones unilaterales de secuestrados, en respuesta a la petición de un grupo de mujeres de varios países, lideradas por la exsenadora colombiana Piedad Córdoba, que busca una salida negociada al conflicto.

La guerrilla afirmó que «la lucha por el canje de prisioneros y por la paz de Colombia no se detiene», y añadió que seguirá «explorando todas las vías que puedan conducir a la liberación unilateral de los prisioneros de guerra».

Las FARC también manifestaron que llevarán a cabo estas liberaciones, sin precisar a cuántos secuestrados afectarán, «a pesar de que algunos de ellos cayeron en el insensato intento del rescate militar», en alusión a la ejecución de tres policías y un militar el 26 de noviembre en medio de un operativo del Ejército.

Esta carta, con fecha 1 de diciembre, está dirigida al grupo de Mujeres Gestoras de un Mundo por la Paz, constituido, entre otras, por la esposa del depuesto presidente de Honduras Manuel Zelaya, Xiomara Castro; la relatora venezolana de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, Luz Patricia Mejía; la exdiputada argentina Marcela Bordenave, y la mexicana Margarita Zapata.

Precisamente estas mujeres se encontraban ayer en Bogotá y, tras hacerse público el comunicado de las FARC, pidieron al Gobierno que «garantice las condiciones» para las liberaciones.

 

Santos rechaza canje propuesto por guerrilla FARC

El presidente Santos en la marcha

El presidente Juan Manuel Santos descartó este miércoles un canje o intercambio de secuestrados por la liberación de guerrilleros encarcelados, una vieja propuesta de los rebeldes.

El mandatario también dijo, en una entrevista con la radio RCN, que confía en que en caso de solicitárselo, el presidente de Venezuela Hugo Chávez lo ayudará en conseguir la paz para Colombia.

Las declaraciones del presidente colombiano fueron las más claras y más recientes en que cierra cualquier posibilidad de negociar un intercambio de rehenes por rebeldes en prisión, como han demandado las guerrillas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) desde al menos fines de los años 90.

«Una de las formas de expresar esa voluntad (de querer la paz) es liberar a los secuestrados unilateralmente, sin condiciones, y sin show, que los liberen. Luego vemos cómo podemos sentarnos a ver si hay posibilidades de diálogo o no, pero hablar de acuerdo humanitario, de canje, no», dijo Santos.

Y reiteró que «hasta que no vea una voluntad real, pues no hay posibilidades de sentarnos a dialogar» de paz con la insurgencia.

El mandatario ha dicho que una muestra real de esa voluntad de paz de los rebeldes sería la liberación a todos los secuestrados –entre ellos al menos una docena de uniformados con más de una década de cautiverio–y que dejan definitivamente de retener a personas.

Ratificó en la entrevista que tal postura es porque la sociedad colombiana «no quiere bajo ninguna circunstancia repetir lo ya vivido en el pasado» con frustrado diálogos de paz con las guerrillas a fines de los 90 y comienzos de esta década.

Fueron «circunstancias que al país le significó un altísimo costo y donde hubo engaño, un engaño deliberado (por parte de los rebeldes), de buscar los diálogos para no llegar a un acuerdo, para fortalecerse militarmente, para tratar de buscar oxígeno políticamente, nacional e internacionalmente. Ese tipo de engaños pues ya el país no los aguanta, ni el gobierno está dispuesto a exponernos a esa situación», advirtió.

Dijo que marchas realizadas ayer en distintas partes del país en contra del secuestro no convocaron a tantas personas como en el pasado, quizá por las intensas lluvias o quizá porque «la gente chulió (descartó) a las FARC» como el problema principal del país.

Al ser consultado sobre el resultado de una reciente encuesta en que la mayoría de los entrevistados dijo desconfiar en que Chávez colabore con Colombia en caso que el jefe de las FARC, Timoleón Jiménez o Timochenko, se encontrara en ese país, Santos esquivó responder directamente y sólo dijo que tenía plena confianza en su colega venezolano.

«Confío en que cuando al presidente Chávez yo le pida ayuda para avanzar en la búsqueda de la paz, por las buenas o por las malas, él nos va a ayudar», respondió el mandatario.

Santos ha dicho que la paz es un asunto netamente interno y que sólo cuando el país y su gobierno lo decida es que se podría solicitar a países vecinos como Venezuela una colaboración en esos eventuales diálogos, pero no antes.

Fuente: Agencias EFE y AP

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