Opinión

¿Cuándo morirá el amado líder?

Por Miguel Ángel Santos
Caracas, Venezuela

En estos días de asueto la imagen de las colas de norcoreanos convulsionando de dolor y dándose golpes de pecho mientras esperan durante horas para despedir a su amado líder ha sido una suerte de alucinación. En una cultura muy poco propensa a exteriorizar sentimientos, el funeral de Kim Jong-Il se ha convertido en un verdadero torneo de desgarramientos. Esa era mi impresión, apenas un observador lejano cuya única fuente de información sobre Corea del Norte -al igual que la de la enorme mayoría- la constituye los titulares de la prensa. Pero he aquí que, por coincidencia, he tenido la oportunidad de leer algo que me ha ayudado a comprender mejor este fenómeno: Un encarte con un adelanto del libro de Wenguang Huang, La pequeña guardia roja: Una memoria familiar.

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Opinión

¿Ley o reglamento?

Por Eduardo Carmigniani
Guayaquil, Ecuador

La Constitución dice (Art. 133) que se requiere de ley orgánica para regular «la organización y funcionamiento de las instituciones creadas por la Constitución». Es obviedad que la Asamblea es institución creada por la Constitución, así que no debiera ser muy difícil concluir que la ley que regula su funcionamiento es de aquellas llamadas orgánicas, es decir las que requieren para su aprobación la mayoría absoluta (63) de los miembros de la Asamblea, luego de lo cual, según el Art. 137 de la Constitución, deben ser enviadas al Ejecutivo «para que las sancione u objete». Palabras más, palabras menos, lo mismo dice el Art. 126 de la propia Carta Política: «Para el cumplimiento de sus labores la Asamblea Nacional se regirá por la ley correspondiente… …Para la reforma o codificación de esta ley se requerirá la mayoría absoluta de los miembros de la Asamblea» (pues se trata de una ley orgánica, agrego yo).

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Opinión

Sobre la inmunidad parlamentaria

Por Andrés Cárdenas Matute
Quito, Ecuador

Podemos imaginar esa aula de clase de adolescentes en la que el grandote impone sus reglas y castigos. Ese que le cuesta unir sujeto y predicado pero que tiene cicatrices en los nudillos y que cuenta las historias de los hermanos mayores como propias, hace los bautizos, establece escalafones arbitrarios, premia a sus incondicionales. Todo es disimulado y eficaz: el silencio producto del miedo es el aceite funcionar a la perfección los engranajes de esa máquina primitiva.

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