Familiares de rehenes colombianos impacientes por retorno

BOGOTA (AP) — Tras el visto bueno del presidente Juan Manuel Santos a que Brasil participe en el operativo de liberación de seis uniformados en poder de las FARC, parientes expresaron este lunes su satisfacción y a la vez impaciencia por el retorno de sus seres queridos, todos con más de una década de cautiverio.

«Ya no estoy sumando, sino restando (días)», dijo Oliva Solarte, madre de intendente de la policía Jorge Trujillo Solarte, de 40 años, uno de los seis uniformados que la jefatura de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, FARC, anunció en diciembre que liberaría.

Antes del anuncio de entrega «yo contaba ‘van tantos meses, tantos días de cautiverio. Ahora falta menos, falta menos», agregó Solarte en diálogo telefónico.

A su turno Ana Dolores Carrero, madre del sargento de la policía José Libardo Forero, de 43 años, otro cuya liberación fue anunciada por los rebeldes, indicó que ahora esperan que la entrega se concrete lo más rápido posible.

«Que sea rápido, ya son casi 13 años que van a cumplir (en cautiverio)», dijo Carrero en diálogo telefónico. Y a lo largo de todo ese tiempo «nosotros hemos estado sufriendo esta tragedia», dijo.

La esperanza de la liberación se reavivó la víspera cuando el presidente Santos dijo en un mensaje de su cuenta de Twitter que «hace rato le dimos luz verde a Brasil para ayudar en la liberación de los secuestrados».

«A que se debe entonces la demora?», añadió el mandatario.

El anuncio del presidente cayó de sorpresa porque se desconocía oficialmente de esa autorización, cuándo exactamente fue dada y las razones por las cuales el gobierno cambió su postura inicial de ir con sus propios helicópteros, y no de otro país, a la selva en busca de los retenidos.

Tras el pronunciamiento de Santos, la ex senadora Piedad Córdoba indicó anoche que calculaba que las entregas de los seis uniformados podrían concretarse en mes y medio.

En liberaciones pasadas dos helicópteros de Brasil y al menos 22 tripulantes de la fuerza aérea brasileña han acompañado a delegados del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y a Córdoba, a quien la guerrilla han entregado una veintena de retenidos desde el 2008 y hasta inicios del 2011, hasta un punto de la selva colombiana a recoger a secuestrados liberados por los rebeldes.

El uso de naves de otros países fue una exigencia de los insurgentes luego de que en el 2008, 15 secuestrados en poder de las FARC fueran rescatados por el Ejército colombiano en un helicóptero que pretendía ser de un organismo humanitario.

Las rebeldes aún no comentan el anuncio presidencial, mientras no ha quedado claro si reactivarían la liberación luego de que en otro comunicado conocido el pasado 1 de febrero dijeran que aplazaban las entregas porque el Ejército había militarizado la zona de la liberación, lo que fue negado por el Ministerio de Defensa.

Según los anuncios de las FARC los seis uniformados que serán liberados son: los policías Trujillo Solarte y Forero, el sargento de la policía César Augusto Lasso, los intendentes policiales Carlos José Duarte y Jorge Humberto Romero, así como sargento del Ejército Luis Alfonso Beltrán.

Todos tienen entre 12 y 13 años de cautiverio tras caer en poder de los rebeldes en diversos ataques a fines de los años 90.

Cuando se concrete la liberación de esos seis uniformados, aún quedarían al menos otros cinco en poder de los insurgentes y también todos desde hace más de una década.

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