Europa aprueba el segundo rescate de Grecia

BRUSELAS (AP) — Los países de la eurozona evitaron el martes la inminente bancarrota de Grecia al aprobar un crédito de contingencia de 130.000 millones de euros (170.000 millones de dólares), el segundo plan de rescate en dos años del país helénico.

Empero, las medidas de austeridad como condición a la entrega de nuevos fondos y la renuente aprobación dada por los parlamentos de Alemania y Holanda no implican el fin de la crisis de la deuda soberana en el Viejo Continente.

Los mercados respondieron con una baja generalizada al acuerdo, que esperaban desde hace tiempo, tras haber tenido sólidos avances en los últimos días, mientras que el euro subió un 0,2%.

Los ministros de Hacienda de Grecia y de las otras 16 naciones que utilizan el euro negociaron hasta las primeras horas del martes los detalles del rescate financiero, y lograron concesiones de último minuto de los tenedores privados de bonos soberanos emitidos por Atenas.

La eurozona y el Fondo Monetario Internacional, que facilitarán los fondos del nuevo rescate financiero, esperan que el nuevo programa ponga finalmente a Grecia en posición de sobrevivir sin apoyo exterior y garantice su permanencia en la Unión Europea.

Atenas pedirá además a los bancos y fondos de inversiones que renuncien a unos 107.000 millones de euros (142.000 millones de dólares) en activos, mientras que el Banco Central Europeo y los bancos nacionales de la eurozona renunciarán a sus beneficios generados por la deuda soberana griega.

El acuerdo «elimina la posibilidad de una bancarrota desordenada que sería caótica para Grecia y el pueblo griego», dijo el presidente de la Comisión Europea José Manuel Barroso.

Incluyendo el primer plan de rescate de Grecia por 110.000 millones de euros (146.000 millones de dólares), el nuevo acuerdo significa que cada ciudadano griego deberá a la eurozona y el FMI unos 22.000 euros (29.000 dólares).

«No es exagerado decir que hoy es un día histórico para la economía griega», dijo el primer ministro Lucas Papademos.

La eurozona y Grecia se vieron presionadas para llegar a un acuerdo con premura a fin de evitar el impago de unos 14.500 millones de euros (19.200 millones de dólares) en bonos que vencerán el 20 de marzo.

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