Romney gana Puerto Rico prometiendo apoyar que sean un estado

SAN JUAN (AP) — Mitt Romney se anotó el domingo una victoria abrumadora en la primaria presidencial republicana de Puerto Rico sobre su principal rival, Rick Santorum, con lo que ahora ambos contrincantes se encaminan a dos enfrentamientos más reñidos esta semana: Illinois y Luisiana.

La victoria en este Estado Libre Asociado fue tan convincente que Romney, el favorito republicano, se llevó los 20 delegados de la isla a la convención de nominación presidencial republicana, pues obtuvo más del 50% de los votos.

Eso cimentó su cómoda ventaja sobre Santorum en la carrera para sumar los 1.144 delegados necesarios para asegurarse la nominación.

Sin embargo, es poco probable que la lucha por la nominación del Partido Republicano se resuelva en el futuro próximo, pues Santorum se niega a hacerse a un lado a pesar de que Romney se distancia cada vez más en el número de delegados.

La campaña En Puerto Rico estuvo enfocada en el tema de la estadidad, y Enrique Meléndez, un funcionario republicano de la Comisión Electoral de la isla, dijo que «esto prueba la elegibilidad del (ex) gobernador Romney y su habilidad para llegar hasta los hispanos y las minorías».

Sea eso cierto o no, Romney le dijo a los puertorriqueños que apoyaría la estadidad mientras Santorum dijo que el inglés tendría que ser el idioma oficial de la isla si se unían a Estados Unidos, una declaración que molestó a los residentes.

Al comienzo de la jornada, Santorum aseguró que estaba en la campaña a largo plazo, debido a que Romney es un favorito débil. Romney, por su parte, expresó su confianza en que prevalecería. «No puedo decir exactamente cómo va a funcionar el proceso», dijo Romney. «Pero apuesto a que voy a ser el candidato».

Tras la victoria en Puerto Rico, Romney acumula 521 delegados y Santorum 253, de acuerdo con el conteo de The Associated Press. El ex presidente de la Cámara de Representantes Newt Gingrich suma 136 delegados y el representante por Texas Ron Paul tiene 50.

A este paso, Romney se encamina a asegurar la nominación en junio a menos que Santorum o Gingrich sean capaces de ganar con autoridad en las próximas primarias.

Ambos han dicho que se mantendrán en campaña y quizás fuercen una disputa por la nominación durante la Convención Republicana en Tampa si Romney no amasa suficientes delegados para llegar con el mandato asegurado. Eso convertiría la convención en una pelea intrapartidista por primera ocasión desde 1976.

A pesar de que Santorum declinó comprometerse a forzar una convención dividida, sus asesores trabajaban tras bambalinas en un plan para persuadir a los delegados a cambiar de candidato si el ex senador por Pensilvania no conseguía descarrilar a Romney antes de la convención.

Los aliados de Romney consideraron ese como un escenario fantasioso, aunque intentaban prevenir una fuga de delegados.

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