Abogados de Strauss-Kahn dicen que se le imputan delitos «inexistentes»

Los abogados del exdirector gerente del FMI Dominique Strauss-Kahn, imputado ayer por proxenetismo agravado, denunciaron este martes que esos delitos son «inexistentes», y subrayaron que el comportamiento «libertino» de su cliente no es reprochable por la ley.

En una rueda de prensa organizada en París para presentar su estrategia de defensa, el letrado Henri Leclerc indicó que el caso está «vacío» de contenido y que «cae por su propio peso» en cuanto es sometido a análisis.

El exdirector del FMI y político socialista francés fue puesto anoche en libertad bajo control judicial tras pagar una fianza de 100.000 euros.

«Strauss-Kahn participó en cierto número de veladas libertinas con amigas y mujeres que eran amigas de sus amigos. Todo el mundo puede decir lo que quiera en un plano moral, pero ese comportamiento (…) ciertamente no es una infracción», sostuvo el abogado, incidiendo en que Strauss-Kahn ignoraba que fueran prostitutas.

En esa comparecencia Leclerc insistió en que «no hay ningún elemento serio que permita creer que lo sabía», por lo que el exresponsable del Fondo Monetario Internacional no debería haber sido imputado, sino llamado simplemente como testigo.

Los tres abogados presentes en la sala anunciaron que van a solicitar que se anule la decisión del Tribunal y a recurrir el control judicial, y consideraron que la única vía posible que merece su cliente es su puesta en libertad completa y la absolución.

Leclerc tachó la imputación de «una suerte de injusticia», cuestionó el «despliegue colosal de medios» utilizados en el llamado caso del Hotel Carlton de Lille (Francia) y se limitó a constatar, sin entrar en valoraciones, que la imputación se produce a un mes de las elecciones presidenciales francesas.

Los abogados denunciaron igualmente las filtraciones que ha habido en este caso, y consideraron también injusto que el político galo no tenga permitido pronunciarse personalmente, una medida, dijeron «vejatoria e inútil».

Los cargos que se le reprochan, según los medios, pueden ser castigados con hasta 20 años de prisión y tres millones de euros de multa, pero sus abogados se negaron a revelar el estado psicológico de Strauss-Kahn en estos momentos, al estimar que es un «problema» sobre el que debería hablar en primera persona.

La audiencia en la que se le imputó estaba programada inicialmente para el miércoles, el mismo día en que comienza en Nueva York la causa civil en su contra por la denuncia presentada por la camarera del hotel Sofitel Nafisatu Dialo, pero se adelantó para evitar la presencia masiva de periodistas y curiosos. EFE

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