Miami (EE.UU.), 4 may (EFE).- Un juez de Estados Unidos escuchó hoy los alegatos de la petrolera Chevron para que se divulgue la información de cuentas bancarias de los demandantes en un caso ambiental contra esa compañía a los que acusa de efectuar pagos ilegales a un perito independiente.
El magistrado William Turnoff, de un tribunal federal de Miami, debe decidir si ordena al Banco Pichincha de Ecuador, con filial en Florida, entregar la información solicitada por la compañía para usarla en juicios que sigue contra los abogados de los demandantes en EE.UU. y en un proceso ante un tribunal de arbitraje en La Haya.
El portavoz de Chevron, Kent Robertson, dijo que solicitudes previas de la petrolera para obtener datos relacionados con el caso «han producido evidencia significativa de fraude y confabulación en el litigio de Lago Agrio (Ecuador)».
«De hecho, varios jueces federales de Estados Unidos han hallado pruebas de fraude», aseguró tras finalizar la vista judicial de aproximadamente tres horas.
Robertson precisó que en Miami la compañía busca «pruebas del Banco Pichincha relacionadas con cuentas específicas que están ligadas al fraude y corrupción de los demandantes. Entre ellas figura una cuenta que los representantes de los demandantes denominaron ‘secreta'».
La empresa mantiene que el dinero que los demandantes entregaron al perito independiente Richard Cabrera compró «su complicidad», pues asevera que el informe que lleva su nombre en realidad lo escribieron los demandantes.
Según el vocero, las pruebas ya obtenidas «muestran» que esas cuentas «probablemente» fueron usadas para pagar en forma secreta al «supuesto perito independiente designado por la corte para cumplir con el plan de los demandantes de obtener una sentencia fraudulenta contra Chevron».
En el 2008 Cabrera recomendó que la petrolera pagara 27.000 millones de dólares por la supuesta contaminación provocada en la Amazonía ecuatoriana.
El caso, uno de los mayores litigios medioambientales de la historia, se refiere al daño supuestamente ocasionado entre 1964 y 1990 por Texaco, que fue adquirida posteriormente por Chevron.
Un tribunal ecuatoriano ordenó a Chevron abonar más de 18.100 millones de dólares en el 2011, fallo que fue ratificado por un tribunal de apelación y el caso está ahora en la Corte Nacional de Justicia de Ecuador.
«La información que Chevron solicita a través de este proceso ofrece pruebas adicionales del fraude perpetrado por los abogados de los demandantes», afirmó Robertson.
El juez escuchó a todas las partes y dijo que antes de emitir una decisión evaluará la información presentada en el tribunal y los alegatos expuestos.
Turnoff no fijó una fecha para su dictamen y solo dijo que divulgaría su decisión lo más pronto posible.
El presidente adjunto del Banco Pichincha en Ecuador, Antonio Acosta, indicó a Efe en ese país que la institución financiera está obligada a entregar la información que le pida «su Autoridad Competente», pero detalló que «si esa solicitud de información no se enmarca en estas disposiciones legales es imposible darla».
Chevron arguye que los demandantes pagaron 100.000 dólares a Cabrera a través de «cuentas secretas», además de otros 260.000 dólares «camuflados» como honorarios «por trabajos que no realizó», según James Craig, un portavoz, que ha aclarado que no están acusando de ninguna ilegalidad al banco.
La empresa tiene en su poder mensajes por correo electrónico de los abogados de los demandantes, que obtuvo mediante un proceso judicial en Estados Unidos, que contienen información sobre pagar los gastos de oficina de Cabrera y de técnicos, personal y laboratorios.
En otro mensaje, los abogados plantearon que los demandantes contrataran a una persona vinculada con ellos como asistente del perito.
El abogado de los querellantes, Pablo Fajardo, ha declarado en Ecuador que «no hay ninguna cuenta secreta» y que como los demandantes pidieron a una corte de ese país la realización del peritaje, según la ley ecuatoriana ellos tenían que pagar esos gastos.
Con respecto a la contratación de un asistente para Cabrera, ha reconocido que se habló del asunto con su equipo de abogados, pero que no se concretó. EFE