Hispanos decisivos en elecciones EEUU

La influencia del voto hispano en las elecciones presidenciales del martes en Estados Unidos que se disputan Barack Obama y Mitt Romney marcará su importancia como la minoría étnica más numerosa de la nación, que aspira obtener en los comicios una representación sin precedentes en el Congreso.

Los 50 millones de hispanos representan solamente el 16% de la población estadounidense, pero su influencia queda magnificada porque en Estados Unidos el presidente no se elige por voto popular sino por una serie de contiendas estatales. Cada estado aporta una cantidad de votos al colegio electoral en proporción a su población, y el candidato que obtenga 270 votos en dicha instancia se convierte en presidente de Estados Unidos.

Según sondeos recientes, Obama cuenta con al menos 60% de la preferencia entre hispanos inscritos para votar, pero al ampliar la muestra a la población general se registra un virtual empate entre candidatos.

La contienda será definida en los estados que aún no ofrecen una tendencia favorable clara a candidato alguno: Ohio, Florida, Iowa, New Hampshire, Virginia, Carolina del Norte, Colorado, Nevada y Wisconsin.

De esos nueve estados, la cantidad de hispanos que pueden votar —según cifras del Pew Hispanic Center— supera con creces la cantidad de votos con los que el presidente Barack Obama venció a su rival republicano John McCain en estados clave como Carolina de Norte, Colorado, Florida y Nevada en 2008.

Esta circunstancia hace de los hispanos un electorado que podría decidir la elección del país más poderoso del mundo si la mayoría de los latinos que reúnen los requisitos legales para votar —ciudadanos estadounidenses mayores de 18 años— se inscriben para hacerlo y efectivamente lo hacen.

No hay cifras nacionales sobre la cantidad de latinos inscritos para votar este año.

La Asociación Nacional de Funcionarios Latinos Designados y Electos, (NALEO por su siglas en inglés) espera que 12 millones de latinos voten el 6 de noviembre, lo que representaría un incremento del 26% respecto a las elecciones presidenciales de 2008. Pero también advierte que al menos 219.000 latinos podrán enfrentar obstáculos debido a leyes aprobadas recientemente en algunos estados que exigen mostrar documentos de identidad para votar o para inscribirse en el padrón electoral.

Juan Andrade, presidente del Instituto para el Liderazgo Hispano, consideró como «arbitraria y demasiado elevada» la meta de 12 millones de votos latinos especialmente después de una crisis hipotecaria que significó la pérdida de viviendas para numerosas familias hispanas a través de remates hipotecarios que provocaron mudanzas forzadas.

«Cuando uno pierde su casa o su trabajo y está en problemas, lo último en que piensa es en inscribirse en el padrón electoral con el nuevo domicilio», dijo el experto a Associated Press. «Antes de que te des cuenta, llegó la próxima elección y no te inscribiste» para votar.

Además de la crisis hipotecaria, que provocó la pérdida de dos tercios del patrimonio de familias hispanas entre 2005 y 2009, una tasa de desempleo superior al 8% entre la población general estadounidense y la ausencia de una reforma migratoria que prometió el entonces candidato demócrata Obama podrían minar el entusiasmo electoral de los hispanos.

La cantidad de latinos que dijeron haberse inscrito para votar se redujo en 600.000 entre 2008 y 2010, según cifras de la Oficina del Censo.

Tras recibir numerosas críticas de dirigentes comunitarios y activistas por el promedio sin precedentes de 400.000 deportaciones anuales durante su mandato, la Casa Blanca anunció en junio un programa para suspender las deportaciones de algunos inmigrantes menores de 30 años traídos a Estados Unidos de manera no autorizada cuando eran niños, una medida que podría renovar el entusiasmo en las urnas de votación.

El Instituto para Políticas Migratorias estima que el programa podría beneficiar a 1,7 millones de personas.

El candidato republicano Mitt Romney ha dicho que de resultar electo respetará las 4.600 suspensiones aprobadas hasta el 10 de octubre, pero que no suspenderá deportaciones adicionales.

Los demócratas han apelado al voto latino presentando a Romney como el «candidato republicano con posiciones más extremas», debido a su propuesta de resolver la situación de 11 millones de inmigrantes que residen sin autorización en Estados Unidos a través de controles más estrictos que les dificulten conseguir empleo y los lleven a decidir voluntariamente volver a sus países de origen. Romney denomina esa política como «autodeportaciones».

Aunque Obama luce encaminado a obtener al menos 271 colegios electorales de 21 estados —lo que equivaldría a la victoria— y su rival republicano Mitt Romney podría alcanzar 206 en 23 estados según un análisis de AP, otros cinco estados que suman 61 colegios electorales (Colorado, Florida, Nevada, New Hampshire y Virginia) aún no muestran una tendencia clara a favor de candidato alguno y moverán la balanza.

Florida y sus 29 votos electorales representan el premio gordo de los estados en disputa, descritos en inglés como «battleground» o campos de batalla. Romney ha logrado una recuperación sostenida desde que su partido celebrara en Tampa su convención en agosto. Obama obtuvo el 51% de los votos en Florida en 2008 (57% del voto hispano estatal), pero el impacto de la crisis hipotecaria y del desempleo han mellado su apoyo.

Romney se ha recuperado en Virginia, cuyos 13 colegios electorales fueron en 2008 para los demócratas por primera vez en 40 años gracias a los jóvenes y minorías étnicas del norte del estado, y también ha mejorado su posición para obtener los nueve colegios electorales de Colorado al concentrarse en las mujeres de los suburbios de Denver para contrarrestar a los jóvenes e hispanos que contribuyeron en la victoria de Obama en 2008.

Pese a que presenta la tasa más alta en el país de desempleo, remates hipotecarios y bancarrotas, Obama ha fortalecido su posición durante las últimas semanas en Nevada apoyado en los sindicatos y los hispanos, que representan el 15% de los ciudadanos estadounidenses mayores de 18 años.

Si Obama logra imponerse nuevamente en Ohio apoyado en el resurgimiento de la industria automotriz, Romney se verá obligado a compensar esa pérdida arrancando 18 colegios electorales de territorio demócrata. En Ohio han perdido todos los aspirantes republicanos que fracasaron en llegar a la presidencia. Obama lo ganó en 2008 por 200.000 votos.

Los hispanos buscan elevar de dos a cuatro sus representantes en el Senado y de 24 a 27 en la cámara baja, dijo el director de NALEO, Arturo Vargas.

Ya en las elecciones de medio término del 2010 latinos del Partido Republicano alcanzaron metas sin precedentes: Brian Sandoval y Susana Martínez resultaron electos gobernadores en Nevada y Nuevo México, respectivamente; Marco Rubio obtuvo un escaño en el Senado y el número de representantes hispanos ascendió de tres a siete.

El 6 de noviembre, el senador demócrata Bob Menéndez buscará la relección, mientras que el republicano Ted Cruz luce encaminado a batir al demócrata Paul Sadler para remplazar a la senadora Kay Bailey Hutchison, lo cual lo convertiría en el primer senador latino por Texas.

El demócrata Richard Carmona, ex director nacional de Salud Pública durante el mandato de George W. Bush, se encuentra en una reñida competencia frente al representante republicano Jeff Flake para remplazar al republicano Jon Kyl, que se jubila.

El Congreso Nacional de Indígenas Estadounidenses (NCAI por sus siglas en ingles) ha dicho que un incremento en la cantidad de votantes indígenas e hispanos podría definir el resultado, pero los republicanos sostienen que Flake se ha mantenido siempre al frente de las encuestas.

Los republicanos necesitan obtener cuatro escaños para obtener la mayoría en el Senado, y Arizona integra junto a Connecticut, Dakota de Norte, Maine, Massachusetts y Montana la lista de estados con elecciones a senador más reñidas.

Un total de 49 candidatos latinos — 32 demócratas, 16 republicanos y uno sin afiliación declarada tal como permite una ley recién aprobada en California— aspiran a escaños en la cámara baja.

Al menos 27 tienen posibilidades de triunfo, incluyendo 22 en funciones o latinos que buscan reemplazar a otros latinos, dijo NALEO.

Los tres distritos electorales en Nuevo México, el estado de la nación con mayor porcentaje de hispanos que reúnen los requisitos legales para votar, tienen candidatos latinos.

California podría duplicar el componente latino de su delegación, llevándolo de 6 a 11.

El concejal de Los Angeles Tony Cárdenas y el senador estatal Juan Vargas, ambos demócratas, tienen una buena oportunidad de resultar electos en sus respectivos distritos.

El ex astronauta José Hernández y el doctor egresado de Harvard Raúl Ruiz —ambos demócratas— y el ex vicegobernador republicano de California Abel Maldonado son candidatos en distritos cuya población mayoritaria no es latina. Los tres son hijos de jornaleros.

En Florida, uno de los tres latinos que integran su delegación a la cámara baja_el republicano David Rivera— se encuentra en una cerrada disputa con el demócrata Joe García.

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