El suizo Roger Federer firmó hoy su cuadragésima victoria en la Copa de Maestros, más que ningún otro tenista en la historia, al superar con un estético ejercicio de estilo en el O2 Arena de Londres al serbio Janko Tipsarevic por 6-3 y 6-1, en una hora y ocho minutos.
Federer, seis veces campeón del torneo que enfrenta a los ocho mejores tenistas del momento, tiene en Tipsarevic a un viejo conocido al que ha ganado en las seis ocasiones en las que se han desafiado sobre una pista, cinco de ellas sin ceder un solo set.
El suizo todavía recuerda las cuatro horas y media que le mantuvo Tipsarevic sobre el cemento de Australia en 2008, por lo que nunca se confía ante el serbio, pero en los últimos tiempos parece haberle cogido el pulso a un rival al que apeó del Másters 1.000 de Madrid con un 6-2 y 6-3 en su último enfrentamiento, el pasado mayo.
En la superficie azul del O2 Arena de Londres, el número dos del mundo demostró esta tarde desde los primeros intercambios que su intención es hacerse con su séptima Copa de Maestros, y se llevó el primer juego en blanco cuando los cerca de 15.000 asistentes al encuentro estaban todavía acomodándose en sus asientos.
Federer, delgado y en forma a sus 31 años, destilaba inspiración sobre el firme azul y no solo lanzaba bolas inapelables al servicio, sino que alardeaba de su virtuosismo al resto y se sacaba golpes que el serbio no intuía hasta que la bola había quedado ya fuera de su alcance.
Cuando el suizo cometió una doble falta en el tercer juego, el público se lamentó incrédulo: era la primera ocasión esta tarde en la que Federer cometía algún error en un juego por lo demás de apariencia perfecta.
No en vano, el número uno del mundo hasta este lunes, cuando el serbio Novak Djokovic le pasó por delante en el ránking de la ATP, llega al término de esta temporada con seis títulos en el bolsillo, incluido su séptimo Wimbledon y tres Másters 1.000 (Cincinatti, Indian Wells y Madrid).
A mitad del primer parcial, Federer tenía a Tipsarevic acorralado con bolas largas y envenenadas, y no permitía ni un cambio en el guión que había trazado de antemano para el partido.
Si el serbio se atrevía a rebelarse en algún momento, acercándose a la red, el suizo respondía invariablemente elevando o cruzando la bola y obligaba a su rival a volver cabizbajo hacia el fondo de la pista, un punto más cerca de la derrota.
Con todo, Tipsarevic es un jugador de mentalidad férrea y mantuvo el tipo al inicio de un segundo set en el que resistió casi veinte minutos sin ceder su saque.
Una vez quebrado, sin embargo, el suizo, que no tenía en mente nada más que la victoria esta tarde, cerró con firmeza el partido más rápido de los tres que se han jugado hasta ahora en el torneo que se disputa por cuarta ocasión en la capital británica.
El suizo, que la temporada pasada ya superó en Londres el récord del checo Ivan Lendl y el estadounidense Pete Sampras, ambos con cinco Copas de Maestros, sobrepasó hoy una de las pocas marcas que se le quedaban por batir en la competición, las 39 victorias que compartía hasta ahora con Lendl.