Noriega cumple un año preso en Panamá en medio de debate sobre su salud

Manuel Antonio Noriega cumple mañana un año encarcelado en Panamá, donde purga condenas que suman 60 años, en medio de un debate sobre su salud y a la espera de nuevos procesos por los crímenes de la dictadura que encabezó en la década de 1980.

El anciano exgeneral, de 78 años, llegó el 11 de diciembre de 2011 a Panamá, extraditado por Francia después de casi 22 años fuera del país, en los que estuvo preso primero en Estados Unidos y luego en la nación europea por delitos de narcotráfico y lavado de dinero.

Desde entonces está en la cárcel El Renacer, en las afueras de la capital panameña, en una celda adaptada a las necesidades de un anciano en silla de ruedas que padece hipertensión, úlcera péptica, rinitis alérgica, problemas urológicos y neurológicos derivados de un accidente cerebro vascular, según ha informado el Gobierno.

Su estado de salud es el centro de un debate entre sus familiares y abogados, que han pedido a las autoridades que sea recluido en su casa, y los deudos de las víctimas de la dictadura, que exigen que sea tratado como cualquier reo culpable de «graves crímenes».

El que fue «hombre fuerte» de Panamá ha sido ingresado en media docena de ocasiones en el hospital público Santo Tomás, varias de ellas de emergencia, y ha llegado a estar internado hasta tres semanas.

Alida Spadafora, hermana de Hugo Spadafora, por cuyo asesinato en 1985 Noriega fue condenado a 20 años de cárcel, dijo a Efe que el exgeneral debe recibir «un trato justo y equitativo con otros reos que son mayores de edad y están enfermos».

Noriega «cometió tantos crímenes y torturas, y no merece un trato diferente de otros que están en la cárcel. Ojalá que la Justicia panameña procese esa solicitud (de que se le dé casa por cárcel) con objetividad y en justicia», afirmó Alida Spadafora.

Expresó que, en su opinión, un equipo médico «independiente» debería evaluar al exmilitar para «confirmar» su estado de salud, porque cuando llegó a Panamá, hace un año, «estaba en perfectas condiciones» aunque «se hizo el que no».

Los defensores de Noriega «pudieran estar utilizando información sesgada», añadió Alida Spadafora.

Los abogados de Noriega han presentado cinco peticiones para que se le otorgue el arresto domiciliario debido a que «ningún centro penitenciario y ni siquiera un hospital» en Panamá «reúne las condiciones que se requieren para el tratamiento de los problemas que padece», dijo a Efe uno de ellos, Ezra Ángel.

Esas solicitudes, que no han sido respondidas por las autoridades correspondientes, «están fundamentadas en la opinión de sus médicos privados y de la Medicatura Forense, el Hospital Santo Tomás, y el Instituto de Medicina Legal», afirmó Ángel.

Los «propios médicos de Salud Penitenciaria y los residentes en la cárcel de El Renacer certifican que no cuentan con los mínimos medios para atender a un paciente en estado crítico como es él», añadió el abogado, que se quejó del «silencio» de las autoridades.

El director del Sistema de Prisiones, Ángel Calderón, ha reconocido que Noriega tiene una salud delicada pero ha insistido en que tanto la cárcel como el hospital donde es tratado están preparados para darle la atención médica que requiere.

Noriega aún afronta algunos procesos por muertes y desapariciones perpetradas durante la dictadura que encabezó y antes, cuando era el jefe del Cuartel de la provincia occidental de Chiriquí.

Uno de esos procesos, por la desaparición y homicidio en 1968 del soldado estadounidense de origen panameño Everett Clayton Kimble Guerra, se suspendió en marzo pasado a petición de la defensa.

Tanto en ese caso como en el del homicidio, en 1969, del dirigente opositor Luis Antonio Quiroz Morales, las acusaciones presentan «errores de forma» que han impedido que comiencen los juicios, aseguró a Ángel.

Noriega también ha sido acusado por la detención ilegal en 1989 del sacerdote español José Majadas, mientras que la familia de Rita Wald, una joven dirigente estudiantil opositora al régimen militar desaparecida hace casi 34 años, ha pedido la reapertura de ese caso y que se procese al exdictador por dicho crimen. EFE

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