MELBOURNE, Australia (AP) — En los dos últimos años, Novak Djokovic celebró sus victorias en el Abierto de Australia con bulliciosas celebraciones hasta altas horas de la madrugada en el centro de Melbourne.
Este año volvió a triunfar, pero su reacción fue mucho más medida.
Después de vencer el domingo a Andy Murray para consagrase como el único tenista varón que ha ganado este torneo de Grans Slam tres veces seguidas, el número uno en el escalafón mundial no tuvo tiempo para ninguna celebración. En cambio tomó un vuelo temprano para volver a su casa y empezar a prepararse para su próximo desafío: las canchas europeas en superficie de arcilla.
Tiene un compromiso de la Copa Davis el próximo fin de semana y dentro de algunos meses el Abierto Francés, el único de los grandes torneos que no ha podido ganar. Ahora tiene seis títulos de Grand Slam: cuatro de Australia, uno de Wimbledon y otro de Estados Unidos. Estuvo cerca el año pasado en Roland Garros, donde cayó ante el maestro de las canchas de arcilla, Rafael Nadal.
«Por supuesto quiero ir con todo al Abierto Francés», afirmó Djokovic pasada la medianoche.
El serbio tiene grandes ambiciones para este año. Cuando se le preguntó si preferiría un título en Roland Garros en vez de su primer puesto en el escalafón mundial, respondió: «Quiero todo. No tengo motivos para no confiar en mí».
El tenista de 25 años mostró su dominio durante el torneo australiano.
El grupo de elite que Djokovic encabeza incluye el número dos Roger Federer, el tres Murray y Nadal, cuyo problema de rodillas le hizo perderse este torneo y ceder su cuarto puesto a David Ferrer. Djokovic venció a Ferrer en una semifinal de 89 minutos que, según dijo, jugó «a la perfección».
Federer —ganador de 17 torneos de Grand Slam_, Nadal, Djokovic y ahora Murray han ganado 33 de los últimos 34 torneos grandes.
«Me siento muy bien en las canchas en este momento», afirmó el serbio después de vencer a Ferrer.
Su triunfo de la víspera sobre Murray por 6-7 (2), 7-6 (3), 6-3, 6-2 demostró su firmeza mental y su gran estado físico en el encuentro entre dos de los tenistas que tienen mejor devolución.
Murray, por su parte, venía de su mejor año, el 2012, donde ganó la medalla de oro olímpica y su primer gran título en el Abierto de Estados Unidos.
«Estoy desbordante de alegría», afirmó Djokovic. «Sin ninguna duda me va a dar mucha confianza para el resto de la temporada».
La temporada se reanuda el fin de semana próximo en la serie de Serbia contra Bélgica en la Copa Davis, y por eso decidió volverse rápidamente a su país para celebrar con sus íntimos.
«En la vida uno no tiene muchas oportunidades de ganar un Grand Slam», afirmó. «Como tenista, es el pináculo de las ambiciones y del éxito. Por eso trataré de disfrutar unos días con la gente que más quiero: familiares, amigos y el equipo».
Djokovic se disculpó a la prensa por saltearse la tradicional conferencia de prensa del lunes tras la final.
«El motivo principal es que deseo viajar a Europa lo antes posible para estar listo para la serie de la Copa Davis», explicó Djokovic, quien condujo a Serbia a su primer y único título en la Davis en el 2010. «Espero que me disculpen».
* Foto difundida por AP