DHAKA, Bangladesh (AP) — El número de muertos por el derrumbe de una fábrica textil en Bangladesh superó los 1.000, mientras los equipos de rescate siguen sacando cadáveres de entre los escombros más de dos semanas después de ocurrido el desastre, se informó este viernes.
Las autoridades informaron que han sido recuperados 1.038 cadáveres de los escombros en el edificio de ocho pisos que se derrumbó el 24 de abril.
No está claro cuál será la cifra final de víctimas por el desastre porque se siguen recuperando cuerpos, pero ya el peor en la industria textil a nivel mundial y uno de los más trágicos accidentes industriales.
Más de 2.500 personas fueron rescatadas con vida después del accidente. No se sabe cuánta gente había dentro del edificio cuando éste se colapsó.
«Estamos tratando de atravesar el piso del sótano. Esto es muy difícil. Están surgiendo más cadáveres», dijo el general brigadier Mohammed Siddiqul Alam Shikder, un oficial de las fuerzas armadas que supervisa el trabajo de recuperación de cuerpos. «Necesitaremos más tiempo para terminar ya que estamos tratando de recuperar más cadáveres».
Señaló que los cadáveres que están siendo recuperados están muy descompuestos y la identificación es difícil.
«Estamos trabajando cuidadosamente», indicó. «Si conseguimos cualquier tarjeta de identificación o teléfono móvil con ellos, aún podemos identificarlos. Nuestro sinceros esfuerzo es al menos entregar los cuerpos a las familias», agregó.
El general brigadier Azmal Kabir, oficial de alto rango de la sección de ingeniería de las fuerzas armadas, dijo que se han retirado más de la mitad de las aproximadas 7.000 toneladas de escombros del sitio, pero señaló que no sabe cuándo se terminaría el trabajo.
El desastre ha encendido las alarmas sobre las condiciones frecuentemente mortales de trabajo en el sector textil de Bangladesh que genera 20.000 millones de dólares y que abastece a importantes tiendas minoristas en todo el mundo.
A diferencia del colapso del edificio de la Plaza Rana, que se atribuye a una construcción de mala calidad y desprecio por las regulaciones de seguridad, un incendio el miércoles en la fábrica de suéteres Tung Hai parece haber ocurrido en un sitio que se ajusta a los códigos de construcción. Un funcionario dijo que las 11 muertes, incluyendo el de un policía, fueron causadas por el pánico y la mala suerte.
«Realmente fueron desafortunados», declaró Mamun Mahmud, subdirector del servicio de bomberos.
La industria textil del país se ha visto plagada por una serie de desastres en meses recientes, incluyendo un incendio en noviembre en la fábrica Tazreen donde murieron 112 personas y se colapsó el edificio.