CARACAS, Venezuela (AP) — La Asamblea Nacional reiniciará este martes sus sesiones luego de tres semanas de paralización en un intento por superar la difícil situación que se generó tras una pelea en el recinto que dejó varios congresistas heridos.
La reactivación de las actividades en el Congreso, donde está pendiente la discusión de normas fundamentales como una ley de desarme para combatir la delincuencia, ha generado gran expectativa en el país, que no ha logrado superar las tensiones surgidas tras las elecciones presidenciales del 14 de abril en las que triunfó el oficialista Nicolás Maduro. La oposición se ha negado a reconocer la victoria de Maduro alegando un supuesto fraude.
«Vamos a ver si es posible la paz y la cordialidad. Que ocurra lo que normalmente se desarrolla en la cámara plena de todos los parlamentos. Que pueda conservarse la calma y que no se presenten situaciones hostiles y provocadoras de la oposición«, dijo anoche el presidente de la Asamblea Nacional, el diputado oficialista Diosdado Cabello, a medios estatales.
Cabello no indicó si dará el derecho de palabra a los diputados opositores que les ha negado desde abril alegando que no permitiría hablar a los congresistas que no reconocieran a Maduro como presidente. El dirigente oficialista sólo señaló que la oposición debe reconocer al nuevo gobernante.
La decisión de Cabello de prohibir el derecho de palabra a los opositores y retirarlos de la presidencia de algunas comisiones parlamentarias fue el desencadenante de las fuertes tensiones en el Congreso que culminaron con la trifulca del 30 de abril.
Los 165 congresistas oficialistas y opositores acudirán el martes a la sesión ordinaria en la que se espera que un representante por cada bancada dé un discurso repudiando esos hechos violentos y llamando a la cordialidad entre las partes, indicó a The Associated Press el diputado opositor Edgar Zambrano en entrevista telefónica.
Zambrano expresó que la oposición espera que se le permita hablar «en los términos que tiene establecida la constitución».
«Si convocaron es porque hay garantías», indicó el diputado al ser preguntado sobre si la oposición exigió algún tipo de protección para acudir al Congreso.
Agregó que dentro de los temas a debatir la oposición exigirá la apertura de una investigación de los incidentes del 30 de abril.
El revuelo generado la víspera a raíz de la difusión de la grabación de un presunto diálogo entre el conductor de la televisión estatal Mario Silva y un supuesto funcionario de inteligencia cubano identificado como el teniente coronel Aramis Palacios, donde se hacen revelaciones de corrupción y divisiones en el oficialismo, también ha alimentado las expectativas en torno de la sesión del martes.
En relación con la polémica grabación, en la que apareció mencionado Cabello por presuntos hechos de corrupción y una conspiración contra Maduro, el presidente de la Asamblea Nacional dijo el martes en su cuenta personal de Twitter que si «la oposición alimenta sus esperanzas en que los chavistas estamos divididos entonces larga vida a la revolución, hoy más unidos que nunca».
Un grupo de diputados opositores difundió el lunes el audio sin precisar cómo lo obtuvo ni cuándo se realizó la grabación del supuesto diálogo entre Silva y el funcionario cubano. La oposición solicitó a las autoridades iniciar una averiguación sobre el audio.
«Rechazo categóricamente todo el montaje que ha sido expuesto… Es absolutamente falsa la grabación presentada por la ultraderecha», dijo Silva la noche del lunes en su programa nocturno al objetar el audio y se puso a la orden de las autoridades judiciales.
Silva, un aliado incondicional del gobierno, anunció que dejaría por un tiempo su programa «La Hojilla» de la televisora estatal para atender problemas de salud.
El ex candidato presidencial opositor, Henrique Capriles, afirmó el martes que el país enfrenta una «crisis moral que nos obliga más que nunca a unirnos como un solo pueblo».
En alusión a algunos dirigentes del oficialismo mencionados en la grabación, Capriles, gobernador del estado de Miranda, dijo en su cuenta personal de Twitter que «una pandilla de enchufados y vampiros no nos robará el futuro a los venezolanos! La justica siempre llega».
Maduro, de 50 años, logró la victoria en las elecciones de abril con 7,5 millones de votos, superando por un estrecho margen de 224.739 sufragios a Capriles. La ajustada diferencia generó cuestionamientos de la oposición, que denunció que en el proceso electoral supuestamente se cometieron irregularidades.
Capriles impugnó las elecciones ante el Tribunal Supremo de Justicia por supuestos «vicios» en el proceso y exigió la repetición de la consulta.