México, 5 jun (EFE).- El presidente de China, Xi Jinping, envió hoy un mensaje elogioso a los países de América Latina, que dijo viven una «época de oro» en su desarrollo, y celebró el prometedor momento que mantienen en sus lazos con Pekín.
«En el mundo de hoy, Latinoamérica y Asia son dos regiones dinámicas que encierran gran potencial para su futuro desarrollo», declaró el presidente de China en un discurso de marcados tintes políticos pronunciado desde la tribuna del Senado mexicano.
Xi acudió allí para participar en una sesión solemne de la Comisión Permanente del Congreso mexicano, formada por diputados y senadores. El gobernante llegó ayer a México en una visita de Estado que cerrará mañana en la península de Yucatán.
El presidente de la Comisión Permanente, Ricardo Anaya Cortés, le recibió en el recinto legislativo expresando la adhesión del Estado mexicano «al principio de ‘una sola China'» y saludando así «al presidente de una nación amiga».
El diputado Francisco Arroyo Vieira, presidente de la Cámara baja mexicana, celebró la presencia en México del mandatario de un país «llamado a ser un actor vital» en las decisiones mundiales, y el modelo de desarrollo con sentido social que impulsa.
En su mensaje, Xi Jinping calificó a Latinoamérica como un «continente lleno de dinamismo y esperanza».
«América Latina posee condiciones inigualables a favor de su desarrollo, mismas que se están traduciendo en otra época de oro» de la región, dijo Xi en su mensaje, el de mayor contenido político desde que llegó a esta capital.
El mandatario asiático señaló que no tenía duda alguna de que «cuanto mejor se desarrolle América Latina, más le convendría al mundo y a China».
Expresó su convicción de que «un nivel más alto de cooperación entre China y América Latina redundará en impulsos más enérgicos para el desarrollo compartido» y será favorable además «a la paz y la prosperidad tanto regionales como mundiales».
Señaló que espera que pronto quede instalado el Foro de Cooperación China-América Latina y el Caribe, y que se articule sobre la base de principios de «apertura», «ilusión», «cooperación y ganancia compartida».
Respecto a la relación México-China, dijo que ambos países «deben participar activamente en el proceso de saneamiento económico global y aunar sus esfuerzos por promover la recuperación y el crecimiento de la economía mundial».
«Para China y México es menester repudiar conjuntamente el proteccionismo y persistir en el diálogo y las consultas para la resolución de las fricciones económico-comerciales» con el fin de que haya un «clima favorable», añadió.
Explicó que en materia comercial hay margen para una «cooperación mutuamente beneficiosa» y se mostró dispuesto a explorar fórmulas para corregir el abultado desequilibro comercial bilateral, con China vendiendo a México el año pasado 56.900 millones de dólares y comprándole nada más productos por 5.700 millones.
«China no quiere buscar el superávit comercial, al contrario. Con una consecuente actitud de apertura se encuentra dispuesta a incrementar activamente la importación de productos mexicanos, especialmente los de alto valor agregado», añadió Xi.
Tras la reunión en el Senado, Xi Jinping participó en un seminario empresarial donde estuvo acompañado por el presidente de México, Enrique Peña Nieto.
En ese acto, el gobernante mexicano exhortó a los empresarios chinos a invertir en México, «un destino serio, confiable y atractivo para invertir».
En los últimos 13 años, «China se ha consolidado como nuestra segunda fuente de importaciones, pero es apenas nuestro trigésimo segundo país inversionista», cuya inversión extranjera directa en 2012 representó el 0,6 % del total que recibió México, apuntó Peña Nieto.
Mañana, el líder asiático pondrá fin a la visita con un viaje a la zona arqueológica maya de Chichén Itza, en la península de Yucatán.
Después viajará a Estados Unidos, última etapa de esta gira por América que lo llevó previamente a Trinidad y Tobago y a Costa Rica. EFE