Plan «Buen Vivir» quiere convertirse en referente regional

Quito, 6 jun (EFE).- Ecuador presentó esta semana su plan del «Buen Vivir», una estrategia que quiere convertirse en un referente regional para transformar la sociedad, acabar con la pobreza, impulsar el conocimiento y empujar el desarrollo.

«El plan está destinado a convertirse en un referente latinoamericano», una región que padece de problemas comunes y que es «la más desigual del planeta», aseguró hoy en entrevista con Efe el titular de la Secretaría de Planificación y Desarrollo (Senplades), Fander Falconí.

En América Latina «vive el hombre más rico del planeta (el mexicano Carlos Slim) y tenemos millones de pobres», una paradoja que no se explica, si se considera «la gran diversidad cultural» de la región que es también «única en términos de biodiversidad», apuntó Falconí.

El titular de Senplades dijo que el «Buen Vivir» es también «una hoja de ruta» que tiene el Gobierno ecuatoriano para los próximos cuatro años, cuando concluya el mandato del presidente izquierdista Rafael Correa.

En concreto, añadió Falconí, el plan del «Buen Vivir» contiene «puntos de ruptura conceptuales», como la forma de ver el territorio al momento de aplicar las políticas públicas.

El plan incluye «agendas zonales» que hacen más eficiente la inversión pública, apuntó al destacar otros «elementos de ruptura programáticos» como el cambio de la matriz productiva para alcanzar una «viabilidad económica» como país.

El plan, para Falconí, se enmarca en lo que denominó el «socialismo del Buen Vivir», opuesto al antiguo modelo neoliberal y que tiene al hombre como eje central de la gestión pública.

«Debemos acabar con el Estado burgués y transformarlo en un Estado ciudadano, en el que los ciudadanos se empoderen del proceso de transformación», apuntó.

Para lograr aplicarlo en su país, Falconí aseguró que el plan del «Buen Vivir» debe alcanzar un «cambio de la matriz productiva» para impulsar la industria nacional y dirigir los esfuerzos a constituir una «sociedad del conocimiento».

Por eso, dijo, el plan pone énfasis en la educación de excelencia, donde se propone un programa «ambicioso» que va desde la erradicación del analfabetismo hasta la creación de una «ciudad del conocimiento», llamada «Yachay», ya en proceso de construcción.

Para cumplir las ambiciosas metas, el plan contempla una inversión de 47.000 millones de dólares en cuatro años, que se financiarán con recursos de los presupuestos fiscales.

El plan también supone el fomento a la producción nacional y el ejercicio de la soberanía al momento de negociar acuerdos comerciales con otros países y bloques.

«No vamos a ser parte de mercados de libre comercio», enfatizó Falconí.

Ecuador, dijo, mantendrá firmes algunas «líneas rojas», sobre todo en los capítulos de propiedad intelectual, el tratamiento de las compras públicas y la complementariedad de la inversión financiera en el desarrollo.

Si no hubiera aceptación de esas premisas, «Ecuador no firmaría» ningún acuerdo comercial, remarcó Falconí y destacó que la integración regional también es una prioridad para su país en el capítulo económico y financiero.

Por ello habló de la necesidad de crear un sistema de «compras públicas regionales», así como fortalecer instrumentos financieros como el Banco del Sur y el Sistema de Compensación Regional de Pagos (Sucre), que forman parte de la Nueva Arquitectura Financiera que se ha propuesto en la región. EFE

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