El duque de Edimburgo, esposo de la reina Isabel II de Inglaterra, abandonó este lunes el hospital de Londres donde se encontraba ingresado tras once días de hospitalización por una operación de abdomen.
El pasado 6 de junio, el príncipe Felipe fue ingresado en la London Clinic, en las inmediaciones del céntrico Regent’s Park londinense, tras haber acudido a una fiesta celebrada en los jardines del palacio de Buckingham.
Al día siguiente de su ingreso hospitalario, el duque fue sometido a una «operación exploratoria», con anestesia general.
El esposo de Isabel II dejó el centro médico caminando, con aspecto relajado y sosteniendo un libro de gran tamaño.
Un portavoz del palacio de Buckingham indicó que el marido de la monarca británica, que se despidió del personal médico antes de subirse al vehículo que le esperaba en la puerta del hospital, se encontraba «de buen humor» al abandonar el centro hospitalario.
Durante su convalecencia, el príncipe Felipe ha recibido la visita de numerosos miembros de la familia real, incluida la de su esposa, la Reina, el pasado sábado.
Su hijo mayor, el príncipe Carlos, que fue a ver a su padre este viernes, comentó entonces que el duque se encontraba «mucho mejor».
En los últimos dos años, el duque ha tenido que ser hospitalizado en cuatro ocasiones por diversas dolencias, por un problema cardíaco y una infección de vejiga.
El esposo de Isabel II cumplió el pasado lunes 92 años en el hospital, donde recibió la visita de la Reina. EFE
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