Francia y la Unión Europea ya no son amigos

Bélgica (AP) — Francia fue una de las fundadoras de la Unión Europea (UE) y la ha rescatado en múltiples ocasiones de crisis, pero ahora son los franceses quienes se han vuelto contra la criatura que ayudaron a crear tras la Segunda Guerra Mundial.

Un diferendo que comenzó por el entusiasmo galo por las subvenciones a la industria cinematográfica ante la globalización de Hollywood aumentó esta semana hasta llegar a una disputa que refleja los grandes problemas de la economía francesa y la creciente frustración con la forma con que Bruselas gobierna la UE.

La disputa es el principal tema subyacente de la reunión cumbre del jueves y el viernes de la UE, en la que el presidente francés Francois Hollande se verá cara a cara con el director del brazo ejecutivo de la UE, la Comisión Europea (CE), encabezada por José Manuel Barroso.

Hollande intentó restar importancia a las diferencias al comenzar la cumbre. «Nos referimos a las políticas europeas. Las personalidades son secundarias», dijo al entrar la sede de la conferencia.

Pero una batalla entre Francia y la UE siempre será noticia de primera plana.

«Una buena parte de la política de Europa ha sido moldeada por Francia. Así que ahora encaramos esta paradoja» dijo el profesor Hendrik Vos, especialista en asuntos europeos en la Universidad de Gante, Bélgica.

La paradoja es alimentada por la crisis económica, en la que la Comisión Europea ha impuesto duras medidas de austeridad a sus estados miembro. Para algunos en el gobierno socialista de Hollande, ha transformado la UE en una bestia sin corazón que obliga a los gobiernos a alimentar a los plutócratas de los mercados financieros a costa de los trabajadores y el ciudadano común.

El presidente Hollande sufre de una caída de popularidad, el aumento del desempleo y una nueva recesión. Es una combinación política venenosa que se ha cobrado como su primera víctima las delicadezas diplomáticas.

Durante meses la frustración ha aumentado en París ante la insistencia de la UE de incluir las subvenciones al cine y otros rubros culturales en las negociaciones de libre comercio con Estados Unidos. Algunos franceses han sugerido que el negociador commercial de la UE trabaja más con los estadounidenses que con los franceses.

Luego, la Comisión recomendó duras medidas para que Francia reactive su economía. Ello golpeó con fuerza a un país que sigue considerándose una potencia mundial y esencial, no acostumbrado a que alguien le diga lo que debe hacer.

Pero parece que la bestia política que Francia ayudó a concebir se ha vuelto ahora contra su creador. Súbitamente la retórica hueca se ha vuelto contra Bruselas.

El ministro de Industria francés Arnaud Montebourg habló el domingo de «esta clase gobernante europea que no se ha dado cuenta que la Unión Europea es la única región en el mundo que organizó su propia recesión, mientras en el resto del mundo hay crecimiento».

Agregó que «la dolencia del tipo Bruselas será fatal para los europeos» y dijo que Barroso «es el combustible del Frente Nacional», el partido de extrema derecha gala según el cual la política de la UE empuja a los votantes a las estribaciones nacionalistas.

Para Barroso, todo ello ha sido demasiado. Respondió que «sería bueno si algunos líderes políticos comprendan que no avanzarán mucho atacando a Europa, hacienda de la Comisión un chivo expiatorio de las dificultades».

El miércoles, la vocera del gobierno francés dijo que las «excentricidades» de Montebourg quizá sean irritantes pero en el fondo compartimos sus comentarios.

El presidente francés Francois Hollande a su llegada a una reunión cimera de la UE en Bruselas el jueves, 27 de junio del 2013. (Foto AP/Geert Vanden Wijngaert)
El presidente francés Francois Hollande a su llegada a una reunión cimera de la UE en Bruselas el jueves, 27 de junio del 2013. (Foto AP/Geert Vanden Wijngaert)

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