Argentina: en vigor instrumento blanqueo dólares

BUENOS AIRES (AP) — Desde el lunes los argentinos que deseen ingresar sus dólares no declarados al mercado formal podrán hacerlo a través de un nuevo instrumento que busca reactivar el sector inmobiliario, paralizado desde que el gobierno comenzó a restringir la venta de divisas a fines de 2011.

El presidente de la Cámara Inmobiliaria Argentina, Roberto Arévalo, dijo a radio El Mundo que desde el sector se «alienta» el uso de los Certificados de Depósito para Inversión Inmobiliaria (Cedin) ya que el mercado «está paralizado». El plazo de uso de los Cedin, contemplados en una controvertida ley aprobada en junio por iniciativa de la presidenta Cristina Fernández, se extenderá hasta el 30 de septiembre, aunque el gobierno estudia prorrogarlo tres meses.

Estos certificados pueden destinarse a la compra de terrenos, lotes y locales, así como a la adquisición de materiales para la construcción y refacción de viviendas. Aquellos que usen los Cedin, que tendrán nominaciones de 100 a 100.000 dólares, podrán canjearlos por los billetes estadounidenses.

El uso de estos certificados se espera con expectativa en el mercado inmobiliario debido a que la transacción de inmuebles, que en Argentina se hace tradicionalmente en dólares, cayó abruptamente desde que el gobierno restringió la compra de la divisa estadounidense a fines de 2011 para detener la incesante fuga de capitales. Desde entonces, los ahorristas que se refugian en la moneda estadounidense se han volcado al mercado ilegal de divisas, donde el dólar informal cotiza a un valor 49% por encima del oficial.

El gobierno sostiene que el blanqueo de capitales, que se puede hacer mediante éste y otros instrumentos financieros, ayudará a reactivar la economía; pero para sus críticos premia a los evasores fiscales y daña la imagen del país.

Los Cedin serán transformados en la divisa estadounidense con su sola presentación en un banco o casa de cambio luego de que ser empleados en una operación inmobiliaria o en el sector de la construcción. La garantía de cobro está dada por el Banco Central y el plazo entre el momento en que se presenta el instrumento y el cobro de los dólares será de dos días.

Según Arévalo, en la operatoria para comprar inmuebles «a cambio de la entrega de los dólares, le dan al ahorrista un Cedin en el acto por la cantidad de divisas que blanquea. Una vez que (el vendedor) cobra el dinero, se firma la escritura. Todo eso se realiza en el mismo banco». Los certificados serán «tomados al mismo valor que el ahorrista cambió los dólares», indicó.

«Donde sí puede haber una variante es si el propietario toma los Cedin, se endosan y en algún momento alguien los va a cambiar por pesos… va a perder valor original», agregó.

Los Cedin también podrán ser utilizados como un nuevo medio de pago de bienes como electrodomésticos y automóviles, siempre que el vendedor los acepte, y ser vendidos en el mercado secundario a través de la Bolsa de Comercio, bancos y casas de cambio.

Además de los Cedin, el blanqueo de capitales permitirá a las personas físicas o jurídicas ingresar sus dólares no declarados al circuito formal de la economía a través de otros dos instrumentos nominados en la moneda estadounidense: el Bono Argentino de Ahorro para el Desarrollo Económico, que vence en 2016 y paga un interés de 4% anual, y el Pagaré de Ahorro para el Desarrollo Económico. Ambos funcionarán desde mediados de julio y los fondos que capten financiarán obras de infraestructura y energía.

Uno de los puntos más cuestionados del blanqueo es que los sujetos que adhieran al mismo no estarán obligados a informar al fisco el origen de los fondos y por lo tanto quedarán liberados de cualquier acción civil, comercial y penal tributaria en su contra. También quedarán eximidos del pago de impuestos por las sumas que declaren.

Según el viceministro de Economía Axel Kicillof unos 200.000 millones de dólares no declarados por los argentinos se encuentran ocultos en el país y el exterior. En 2008 y 2009 tuvo lugar una medida oficialista similar en Argentina que permitió un blanqueo de unos 4.000 millones de dólares.

Foto AP.

Más relacionadas