Daryl Impey mete a África en la historia del Tour de Francia

Montpellier (Francia), 4 jul (EFE).- El surafricano Daryl Impey ya está en la historia del Tour de Francia al ser el primer ciclista del continente negro en vestir el maillot amarillo, un hecho milagroso si se tiene en cuenta que una caída en la Vuelta a Turquía 2009 estuvo a punto de dejarle en una silla de ruedas.

Un hito en el Tour con la firma de un ciclista de 28 años que no espera que cambie su vida por ser el líder de la carrera más importante del mundo, pero que podría cambiar el ciclismo en su país.

Impey se salvó de milagro de terminar incapacitado. La fortuna se alió con él en la última etapa de la Vuelta a Turquía de 2009. Ganó la general y acabó con su maillot amarillo teñido de sangre en un hospital.

Subió al podio magullado y con un collarín puesto. Pero la sangre no era lo peor. El problema surgía en sus vértebras cervicales, sobre todo la tercera, que se fisuró. No se la rompió, lo que le salvó de un destino peor.

Daryl Impey no es un ciclista anónimo en España, pues entre sus victorias figuran dos en la Vuelta al País Vasco. En el presente Tour ha demostrado una progresión que comenzó en 2008, cuando militaba en las filas Barloworld, en el que coincidió con Christopher Froome, actual líder del Sky y favorito en el Tour 2013.

Aquella escena en Turquía heló la sangre de todos la que la vieron. Impey se metió en el esprín y el holandés Theo Bos, un gigante de 1,90 y 87 kilos de peso, que corría en el Rabobank, sacó un brazo a pasear y el surafricano se estampó contra el asfalto.

La ceremonia de clausura de la Vuelta a Turquía se puso en dudas ante la gravedad del accidente, pero finalmente Impey subió al podio con un collarín en el cuello a recoger su premio.

La historia no terminó entre aplausos. En el hotel, un compañero y compatriota de Impey, el esprinter Rob Hunter, vio las imágenes de la caída en televisión cuando estaba descansando en su habitación. Tal fue su indignación que bajó a buscar a Theo Boss, quien se alojaba en el mismo albergue.

Hunter encontró a Bos en la puerta del ascensor y se fue a por él. «Le has podido matar, ¿cómo se te ocurre sacar un brazo y tirarle?», le dijo mientras era separado por dos o tres personas, que impidieron finalmente la pelea. Esa noche Bos cenó en su habitación.

Impey volvió a Sudáfrica una semana después con dos enfermeras que le atendieron durante el trayecto en el avión y más tarde inició la rehabilitación.

El surafricano se recuperó felizmente de aquella peligrosa lesión y enseguida volvió a ganar carreras. Las más importantes las etapas en el País Vasco y dos títulos nacionales contrarreloj.

Se inició como profesional en el Barloworld y luego ha pasado por el Radioshack y NetApp antes de desembarcar en el Orica. Cuatro años después de aquel accidente ha vuelto al primer plano y el maillot amarillo del Tour ha sido su espaldarazo.

Impey llegó al ciclismo junto a su hermano porque su padre fue ciclista profesional y luego puso una tienda de bicicletas, pero la época de la segregación racial en Sudáfrica le complicó mucho las cosas.

En Montpellier, donde logró su hazaña en el Tour, Impey tuvo un recuerdo para Nelson Mandela, expresidente de su país, de quien dijo que «es un hombre fantástico que ha mejorado la vida en Sudáfrica».

También reivindicó el ciclismo surafricano, donde no llega el dinero invertido, «como sucede con otros deportes». EFE

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