Hospital St.Mary se convierte en un hervidero a la espera del bebé real

El exterior del hospital londinense de St.Mary, donde está previsto que nazca el primogénito de los duques de Cambridge, es este viernes un hervidero de periodistas y curiosos ante la inminente llegada del «bebé real», al que esperan desde hace dos semanas.

Frente a la puerta del ala de maternidad privada del centro médico, donde se confirmó que llegaría el que será príncipe o princesa de Cambridge, continúan apostados más de 70 periodistas de medios de todo el mundo, que ocuparon su puesto hace casi quince días.

Aunque desde palacio nunca se ofreció una fecha oficial para la salida de cuentas de la duquesa de Cambridge, algunos periódicos publicaron, a partir de comentarios extraoficiales de Buckingham, que Catalina daría a luz el pasado 13 de julio, por lo que decenas de fotógrafos acumulan varios días de guardia.

Es el caso de Andy Rain, reportero gráfico de la agencia de fotografía EPA, que vigila desde hace diez días la puerta de St.Mary de 8 de la mañana a 5 de la tarde, cuando llega su relevo para esperar noticias sobre el ingreso de la esposa de Guillermo.

«Estamos esperando para al final captar 30 segundos de locura, y mientras tanto sólo podemos hacer fotos de la espera que ya no interesan a ningún periódico. Todo el mundo está cansado ya», dijo Rain a Efe.

La excitación de lo que parecía ser un parto inminente el lunes se ha diluido y ante la ausencia de novedades los medios británicos han recurrido a la especulación sobre la fecha en que nacerá el tercero en la línea de sucesión al trono británico.

Se ha visto como «pistas» que los miembros de la familia real mantuvieran su agenda y se ha mirado con lupa cualquier comentario procedente del círculo íntimo de la pareja, como el de la madre de Catalina, Carole Middleton, que comentó que el bebé sería Leo, por lo que no nacería hasta el 24 de julio.

Así las cosas, la expectación en St.Mary ha atraído a forofos de la familia real británica como Terry Hupp, de 79 años, que sigue las «muertes, bodas y nacimientos» que ocurren en la familia de Isabel II desde que tenía 4 años, según explicó a Efe.

Hupp, ataviado con camiseta, pantalón corto y calcetines con la bandera británica, lleva nueve días acampado en un banco frente al hospital en el que acumula toallas y almohadas para estar cómodo hasta que sea testigo del feliz acontecimiento.

«Al principio se quejaba el personal del hospital de que estuviera aquí, pero ahora ya no me dicen nada. Nos hemos hecho amigos», aseguró.

A su espera se unen cientos de ciudadanos a través de Twitter, donde bajo el ‘hashtag’ #GreatKateWait (la gran espera de Catalina) se hacen apuestas sobre la fecha real en la que la duquesa de Cambridge saldría de cuentas, que según aventura hoy «The Daily Telegraph» sería hoy mismo.

Andy Rain confía en que así sea mientras vuelve a su puesto, escogido estratégicamente para poder fotografiar el rostro del bebe, del que aún se desconoce su sexo, cuando salga de la clínica.

«Hay muchas entradas distintas y seguramente no les pillaremos cuando lleguen. Nosotros esperamos para hacer sólo una foto, la de Guillermo y Catalina posando con el bebé cuando abandonen el hospital», explicó.

Como otros informadores, ocupa un pequeño sitio en una estrecha acera acordonada por la policía, donde esperan escaleras y trípodes de cámaras de televisión de todo el mundo mientras sus dueños alivian su larga guardia en la abarrotada cafetería de la zona, que hace su agosto convertida en una improvisada sala de prensa. EFE

Video relacionado

Más relacionadas