España defiende ante Londres sus controles en frontera con Gibraltar

Madrid, 2 ago (EFE).- España reiteró hoy al Gobierno británico que es su obligación realizar los controles en la frontera con Gibraltar, un territorio que no pertenece al espacio Schengen y lo considera una zona «donde hay frecuentes tráficos ilícitos».

Un portavoz del Ministerio español de Exteriores explicó a Efe que esto mismo es lo que ha comunicado hoy el encargado de negocios de la embajada española en Londres, Ramón Gandarias, al Foreign Office, tras ser convocado para ofrecer explicaciones por los controles, que han provocado largas colas en la frontera conGibraltar.

El Gobierno español asegura que los controles no son «contra» medidas concretas, recalca que está «obligado» a hacerlos y hace hincapié en que «no violan el principio de no discriminación, ni la libre circulación y guardan proporcionalidad».

El objetivo, indicó el portavoz de Exteriores, es evitar «los frecuentes tráficos ilícitos» que se producen en la verja de Gibraltar.

Respecto al hecho de que el Ministerio de Exteriores británico haya convocado al embajador español, el portavoz señaló que se trata de un «trámite normal» para expresar una queja entre Estados.

El Foreign Office convocó esta tarde a Gandarias -al estar ausente el embajador español en el Reino Unido, Federico Trillo-, para manifestarle su «preocupación» por los retrasos en la frontera de España con Gibraltar y pedir que no se repitan.

En un comunicado emitido tras la reunión, el secretario de Estado de Exteriores británico, Hugo Swire, lamentó esos retrasos, que considera «injustificados e inaceptables» ocurridos los días del 26 al 28 y el 30 de julio por «los controles desproporcionados» realizados por las autoridades españolas a los vehículos.

El portavoz del Ministerio español de Asuntos Exteriores recordó en declaraciones a Efe que Gibraltar no forma parte del espacio Schengen y añadió que, al no ser un territorio aduanero comunitario, los controles en la verja del Peñón «son irrenunciables» para España porque realizarlos es su «responsabilidad».

Los controles, explica el Ministerio, se adecúan al código de fronteras de Schengen y son de naturaleza policial y aduanera, de vehículos, personas y mercancías.

El martes, el Gobierno español denunció ante la fiscalía de Medio Ambiente, el vertido «incontrolado» de bloques de hormigón en las aguas que rodean la colonia británica, cuyas autoridades lo justifican alegando que intenta crear «un arrecife artificial» que proteja los fondos marinos.

España sostiene que con estos bloques de hormigón Gibraltar incumple las normas medioambientales, imposibilita el desarrollo de la actividad marisquera tradicional en la zona y dificulta la pesca de cerco.

Las retenciones de vehículos en la frontera, derivadas de la intensificación de los controles que realiza la Guardia Civil española, comenzaron un día después del lanzamiento de los bloques.

Los ministros de Exteriores británico, William Hague, y español, José Manuel García-Margallo mantuvieron esta semana una conversación telefónica sobre este asunto, en la que este último anunció que continuaran los controles en la frontera «cuando se considere necesario». EFE

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