
Pamela Troya insiste que en su demanda para casarse se ampara en la Constitución de Montecristi del 2008 que establece en su artículo 11, la igualdad de derechos para todas las personas sin distinción de sexo, raza o religión.
A Troya no le preocupa que el trámite para analizar su caso lleve varios años porque asegura tiene la convicción de vivir con su pareja y casarse «aunque sea a los 80 años».
Por eso apelarán a todas las intancias judiciales nacionales permitidas por las leyes (si es rechazada la acción de protección, irán a la Corte provincial y si no es factible en esa instancia, llegarán hasta la Corte Constitucional), para luego ir al exterior para que se exija al Ecuador el respeto de sus derechos.
El Registro Civil respondió a la pareja que para continuar con los trámites de matrimonio civil, debe cumplir con varios requisitos que señala la propia Constitución y el Código Civil, en donde se señala que el matrimonio será entre un hombre y una mujer.
