Cuatro proyectiles fueron disparados este jueves contra Israel desde una zona próxima al campo de refugiados palestinos de Rachadiyeh, situado en el sur del Líbano, informaron a Efe fuentes militares de la zona.
Según estas fuentes, tres de los cohetes iban dirigidos contra la ciudad israelí de Haifa y el cuarto contra Tel Aviv, pero uno de ellos fue interceptado por la «Cúpula de Hierro», el escudo antimisiles israelí.
El Ejercito libanés señaló por su parte que los cohetes fueron disparados desde un área ubicada entre la localidad de Hoch y el campo de Rachadiyeh y negó que Israel haya respondido con disparos al ataque, de acuerdo a la agencia oficial ANN.
Tras la agresión, aviones israelíes comenzaron a sobrevolar el sur del Líbano. La cadena Al Yadid precisó que se trata de aviones no tripulados.
Desde Israel, el portavoz del Ejército, el teniente coronel Peter Lerner, explicó que una batería antiaérea interceptó uno de los cuatro proyectiles en pleno vuelo entre las ciudades de Naharía y San Juan de Acre.
El portavoz agregó que los restantes no impactaron en el territorio israelí, sin precisar si cayeron en el mar o en el Líbano.
La televisión libanesa LBC había informado anteriormente que los proyectiles impactaron en una zona deshabitada en territorio israelí.
Este ataque se produce en un momento de alta tensión ya que Líbano ha responsabilizado a Israel de un atentado que causó el pasado 15 de agosto 27 muertos y 336 heridos en un feudo del grupo chií Hizbulá en Beirut.
El líder del grupo chií, Hasan Nasralá, aseguró que piensa que detrás de ese atentado están Israel o los grupos «takfiri» (extremistas suníes), mientras que el presidente libanés, Michel Suleimán, dijo que tiene «las huellas de Israel».
Por su parte, Hizbulá reivindicó un día antes de ese atentado la autoría de las explosiones que hirieron a cuatro soldados israelíes el pasado 7 de agosto en territorio libanés.
El movimiento chií es uno de los principales aliados de los regímenes de Damasco y de Teherán y uno de los más acérrimos enemigos de Israel en la región. EFE