Juan Martín del Potro reconoció que Roger Federer fue superior en los octavos de final de Bercy, donde le venció por 6-3, 4-6, 6-3, rompiendo así una racha de tres triunfos consecutivos del argentino frente la suizo.
En la reedición de la final del último torneo de Basilea, disputada la semana pasada, el de Tandil no pudo repetir el resultado.
Serio, visiblemente contrariado por la derrota, Del Potro evitó excusas: «Federer hizo las cosas bien y me ganó correctamente».
Si acaso, el argentino se permitió apuntar al cansancio como causa de la derrota, o a la pista, más favorable a las condiciones del suizo.
«He encadenado 20 partidos en poco tiempo», dijo el de Tandil, que enseguida repitió: «Me ganó bien».
Tampoco quiso avanzar como explicación las molestias físicas que arrastra desde el duelo de primera ronda contra el croata Marin Cilic, cuando tropezó y quedó abierto de piernas, lo que puso a prueba sus aductores.
Para el argentino, el triunfo se debió a la solidez de Federer, que no bajó el pistón a lo largo de los más de 100 minutos que duró el partido y, a su bajón en el tercer set, cuando perdió fuerza con su servicio.
Del Potro deja Bercy con un balance ambiguo. Satisfecho porque ha mejorado su participación del año pasado y tiene opciones de acabar el año como tercero del mundo. Pero su rostro no podía ocultar que aspiraba a más.
La pista cubierta de París, repleta hoy de un público entregado a la causa del suizo de los 17 Grand Slam, era un terreno propicio para que Del Potro sumara el primer Masters 1.000 de su carrera, tras haber disputado tres finales.
Su final de temporada era pletórico y, desde que cayera en el Abierto de Estados Unidos contra el australiano Lleyton Hewitt solo había perdido un partido, frente al serbio Novak Djokovic en la final de Shangai.
Del Potro es uno de los cuatro tenistas que este año ha sumado, al menos, cuatro títulos y todo apuntaba a que estaba en condiciones de seguir la racha en París.
Incluso se le suponía una superioridad moral con Federer, al que había derrotado en las tres últimas ocasiones. Pero en Bercy el suizo se tomó la revancha.
El argentino se concentrará ahora en el torneo de Maestros, la traca final de la temporada. El tenis mostrado en las últimas semanas le augura una aventura feliz en Londres, donde partió enseguida.
Un reposo antes de comenzar de nuevo el trabajo puede romper la acumulación de partidos, entre los que, además, el argentino incluyó un arriesgado viaje a Tandil, con toda la diferencia horaria que hay de por medio.
Sea como sea, Del Potro afirmó estar satisfecho con su temporada. «No me importa tanto en qué puesto del ránking acabe, lo que quiero es poder seguir plantando cara a los mejores», afirmó.
«De todas formas, tuve un gran año», aseguró el argentino, que ganó en Rotterdam, Washington, Tokio y Basilea, disputó las finales de Indian Wells y Shangai y las semifinales de Wimbledon.
El argentino ha demostrado que es capaz de ganar a cualquiera y esta temporada ha batido a todos los que le superan en el ránking. EFE